Entre 2 mil y 4 mil camiones de carga bloquearon importantes carreteras de Francia y generaron embotellamientos para protestar contra un impuesto ambiental que se piensa aplicar a los cargamentos pesados.
A fines de octubre el gobierno francés suspendió el impuesto, el cual en un principio fue objeto de numerosas protestas en la región de Bretaña, donde los opositores portaron gorras rojas en manifestaciones que en ocasiones derivaron en actos de violencia y vandalismo contra las casetas de cobro, aún sin estrenar.
El Ministro del Interior calculó que 2 mil 100 camiones participaron, mientras que el organizador de la protesta, el OTRE —siglas en francés de una organización que agrupa a sindicatos de transportistas–, contó 4 mil. El grupo se comprometió a no agredir las casetas, pero exige la cancelación total del impuesto.
En una protesta en Arles el viernes por la noche, cientos de agricultores intentaron llegar hasta una caseta, pero la policía se los impidió.