El ex primer ministro británico Tony Blair se declaró el jueves dispuesto a asumir inmediatamente el «enorme desafío» que supone su nuevo cargo de enviado del Cuarteto internacional para Oriente Medio y adelantó que probablemente viajará a esa región ya en julio.
«Es un enorme desafío. Me llevará mucho tiempo», explicó el ex primer ministro británico al comentar por primera vez su nuevo cargo.
«Tengo que preparar el terreno para una solución negociada y la clave para ello es preparar a los palestinos para construir un Estado», precisó en una entrevista concedida al Northern Echo, el diario local de su antigua circunscripción de Sedgefield (noreste de Inglaterra).
«Empezaré inmediatamente. Iré allí probablemente en julio», añadió.
El Cuarteto (Unión Europea, Rusia, ONU y Estados Unidos) nombró el miércoles a Blair su enviado especial, para intentar contribuir a la construcción de instituciones palestinas viables destinadas a sentar los cimientos de un Estado palestino.
Pero también le ha dejado la puerta abierta para que Blair, de 54 años, juegue un papel de mediador en el conflicto de los palestinos con Israel.
Esta será la doble dimensión del nuevo cargo del ex primer ministro británico.
«Debe haber dos Estados: un Estado de Israel que confíe en su seguridad y los palestinos con un Estado viable, no sólo en términos de territorio sino también de instituciones, de capacidad; si no, no habrá acuerdo. Esta es la realidad», aseguró Blair.
«Allá donde vayan ustedes en el mundo, ese tema preocupa a la gente, no sólo por la situación desesperada de israelíes y palestinos sino también por el simbolismo de esa discordia, lo que implica sobre el estado de las relaciones entre Occidente y el mundo musulmán y entre las diferentes culturas y religiones. Es una cuestión fundamental», subrayó.
La ONU anunció el miércoles el nombramiento de Blair como enviado del Cuarteto, pocas horas después de haber presentado a la reina Isabel II de Inglaterra su dimisión como primer ministro británico y ser sustituido en el cargo por Gordon Brown.
Blair «demostró desde hace mucho tiempo su compromiso» en el tema palestino, afirmó la portavoz de la ONU, Michele Montas, al dar cuenta del nombramiento.
«Como enviado, movilizará la ayuda internacional a los palestinos trabajando estrechamente con los países donantes y los órganos de coordinación existentes», añadió Montas.
«Será apoyado en su misión por un pequeño equipo de expertos con base en Jerusalén y secundado por países e instituciones colaboradores», agregó.
El presidente estadounidense, George W. Bush, se congratuló por el nombramiento, al igual que Israel y el presidente palestino, Mahmud Abas, mientras que el movimiento islamista Hamas, que controla la franja de Gaza, lo condenó.
En su nuevo desafío, Blair hará prevalecer su experiencia internacional y su sentido de la negociación.
Sin embargo, tendrá que borrar la percepción negativa que tiene de él parte del mundo árabe debido al papel de Gran Bretaña en Irak y la negativa inglesa a pedir en 2006 un alto el fuego inmediato en el conflicto entre Israel y el movimiento chiita libanés Hezbolá en el sur de Líbano.
En su entrevista al Northern Echo, Blair volvió a defender la intervención británica en Irak y aseguró «no lamentar» la caída de Saddam Hussein.
También afirmó que el mundo debe examinar su concepción de la lucha contra el terrorismo debido a un «fanatismo religioso con el que es imposible negociar».
Blair también anunció su intención de crear una fundación en favor de la reconciliación entre las religiones para «unir a las religiones y mostrar a las gentes que la fe es pertinente en nuestro mundo y también parte integrante de nuestra tradición».