Big Brother descansa en paz


«Big Brother», cuya audiencia ha caí­do en picado, se despedirá de la televisión británica en 2010, tras la difusión de una undécima temporada, anunció ayer la cadena privada Channel 4, argumentando que la fórmula habí­a llegado su «fin natural».


El polémico «reality show», que comenzó a emitirse con gran éxito en 2000, congrega hoy a unos dos millones de espectadores por programa, muy lejos del récord de 10 millones de personas que vieron el desenlace de la final de la tercera temporada en 2002.

Aunque sólo quedó cuarta, esa edición fue la que lanzó a la fama a Jade Goody, la concursante más famosa del «Gran Hermano» británico, que hace unos meses vivió también ante las cámaras las últimas semanas de su agónica lucha contra un cáncer.

Se estima que en aquella época el programa generaba unos 68 millones de libras de beneficios anuales.

Pero el director de Channel 4, Kevin Lygo, insistió ayer en que la decisión se tomó por motivos creativos, no económicos.

«Big Brother aún es rentable (…) pero Channel 4 tiene un objetivo de defender nuevas formas de creatividad», agregó precisando el programa habí­a alcanzado su «fin natural».

El concepto de «Big Brother», que nació en Holanda y se exportó a docenas de paí­ses en los cinco continentes, es muy simple y consiste en encerrar a varios jóvenes de ambos sexos en una casa llena de cámaras que les filman ininterrumpidamente durante semanas. El telespectador se convierte así­ en una especie de «voyeur».