Bienvenido a este mundo de lágrimas


No todo es negativo ni frustrante, el 2008 trajo para mi familia felicidad y alegrí­as. Marcó la llegada al seno nuclear de otro nieto, llamado Santiago, segundo hijo de Karla y Marlon, hermano de Paulina, nacido el 29 de diciembre, dí­a inolvidable para la intimidad familiar y para la población guatemalteca, porque es cuando se firmó hace doce años el acuerdo de paz firme y duradera, que puso fin a 36 años de conflicto armado interno y que tanto dolor y sufrimiento implantó en la sociedad guatemalteca.

Factor Méndez Doninelli

¡Bienvenido a este mundo de lágrimas y larga vida, amado nieto!

El 2008 quedó atrás, pasó a ser parte de la historia que nos dejó un cúmulo de experiencias, alegrí­as, tristezas, sinsabores, éxitos, frustraciones y sobretodo rabia y pesimismo. El año expirado se llevó parte de nuestro aliento y de la cosecha de amistades que tras largos años de cultivo llegó a su fin, porque nos arrebató la vida de varios entrañables y queridos compañeros y amigos. Entre las tristezas y sinsabores de ese ciclo irreversible de vida y de muerte en el 2008 iniciaron el viaje sin retorno, Guayo Bezares, Sergio Coronado, Michelle Marsicovetere y Alberto Orozco, unos ví­ctimas de este sistema injusto y desigual que deterioro su salud, otro ví­ctima de la ola de violencia, inseguridad y desprecio por la vida en la que vivimos los habitantes de esta hermosa patria maya.

También invade de tristeza, frustración y pesimismo la situación de pobreza, discriminación racial, exclusión, injusticia, inseguridad, desigualdad e impunidad que persisten en el paí­s. Sobre todo, al contemplar la situación deprimente en la que viven miles de familias guatemaltecas, para quienes la felicidad y el derroche de las fiestas navideñas de una minorí­a, no es parte de su diario subsistir. Esa situación está llevando al Estado al borde del colapso, lo que obliga a reflexionar acerca de la deuda social que los gobernantes siguen teniendo con los habitantes de este paí­s y que de alguna manera con el concurso de la población se debe saldar.

El 2009 se aparece tanto en lo interno como en lo internacional, como un año con muchas dificultades, limitaciones y oscuros presagios para la seguridad económica y social que hay que solventar con firmeza, coraje y decisión, pues el coste social puede aumentar las estadí­sticas de exclusión, miseria, desamparo e inseguridad de millones de seres humanos. Le toca a los gobernantes en turno, a los polí­ticos de la UNE y al resto de la clase polí­tica vernácula, asumir con inteligencia y pensando en el bien común, la voluntad para contener las amenazas y atropellos a la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho que grupos paralelos y poderes fácticos se empeñan en promover con el propósito de crear condiciones favorables a la ingobernabilidad, el irrespeto de las leyes y las instituciones. La corrupción extendida, la telaraña impenetrable de la impunidad y el influjo del crimen organizado transnacional deben ser erradicados.

Me despido del 2008 con una mezcla de pesimismo, tristeza, y alegrí­a, pero también con rabia e indignación por los inhumanos bombardeos indiscriminados del ejército israelí­ contra territorio y pueblo palestino.

Hago patente mi gratitud a los Directores de La Hora, Tribuna no mostrador por permitirme ocupar parte del espacio de opinión. A todas y todos deseo que en el 2009 les acompañé el éxito, salud y prosperidad.

P.S. El pueblo y sus lí­deres celebran jubilosos, dignos y soberanos el cincuenta aniversario de su revolución. Con Cuba para todos los tiempos.