Bienvenida a Putin


Conversaciones. Boris Gryzlov (C), vocero del Duma, ofrece un discurso, mientras que Vladimir Putin (I), presidente de Rusia, conversa con Sergei Shoigu (D), el emergente primer ministro. La economí­a rusa parece estable luego de los intensos cambios en el Gobierno. (AFP / La Hora)

El sorpresivo anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, de que podrí­a seguir en el poder como primer ministro tras dejar el Kremlin alentó el martes a los inversores rusos pero desató crí­ticas en el resto de Europa.


El í­ndice principal de la Bolsa de Moscú, el RTS, alcanzó un nuevo récord histórico un par de horas después de la apertura, al subir un 2,35% en relación al cierre del lunes.

Las portadas de los diarios nacionales fueron dedicadas al sorpresivo anuncio de Putin del lunes, cuando afirmó que convertirse en primer ministro es una «idea completamente realista».

La cobertura de prensa rusa se limitó a los hechos y tuvo un tono neutro o aprobatorio, en contraste con las crí­ticas de funcionarios y la prensa extranjera, a quienes agarró desprevenidos.

Mientras el gobierno estadounidense y la Unión Europea dijeron que el tema era un asunto interno, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, afirmó que Washington está preocupado por la «concentración de poder» en Rusia.

El lunes, cuando Putin anunció en un congreso especial de su partido Rusia Unida que encabezarí­a su lista en las legislativas del 2 de diciembre, sus simpatizantes saltaron de sus asientos en un clamor de aprobación.

Putin «ha terminado con la principal intriga de la campaña por la elección presidencial», dijo el diario de centro Vremya Novostei, en referencia a la especulación sobre cómo el popular presidente designarí­a a su sucesor preferido en el Kremlin.

«No es importante quien ocupe el puesto de presidente si el parlamento y el gobierno son controlados por el lí­der actual del paí­s», añadió.

El diario nacional pro-Kremlin Izvestia se hizo eco del mismo sentimiento al indicar que «Putin se convierte en su propio sucesor». Poco importa quién lo reemplace como presidente mientras el lí­der de 54 años mantenga un puesto gubernamental, estimó.

Hasta los más feroces crí­ticos de Putin se mostraban relativamente cautos.

«La época en la cual el presidente era el padre de la nación sin conexión alguna con la lucha en la polí­tica se ha terminado para bien», indicó el lunes en una entrevista radial Garry Kasparov, leyenda del ajedrez y figura de oposición que quiere presentarse como candidato a la presidencia.

Mientras los analistas polí­ticos buscaban una respuesta coherente al anuncio de Putin, los funcionarios rusos y expertos en el mercado lo calificaron como bueno para los inversores.

«Esta es una decisión muy importante para los negocios porque garantiza la estabilidad y la continuación de la dirección de hoy sin importar quién se convierta en presidente en 2008», dijo Alexander Shojin, presidente de la Unión Rusa de Industriales y Empresarios.

Los corredores coincidieron en forma casi unánime.

«A corto plazo, estos desarrollos deben ser tomados de manera positiva por el mercado, reconfirmando que el Kremlin piensa garantizar la continuidad de las actuales polí­ticas económicas en Rusia en el periodo tras las elecciones», dijo la firma de corretaje Renaissance Capital en una nota a sus inversores.

En Washington, la Casa Blanca indicó que la posibilidad de que el presidente ruso sea jefe del gobierno es «al final de cuentas un asunto que el pueblo ruso debe decidir».

«Estaremos vigilando de cerca las elecciones venideras en Rusia y urgimos que sean conducidas de manera libre, justa y democrática», dijo la portavoz Dana Perino.

Pero en una entrevista con el diario The New York Post, Condoleezza Rice afirmó: «Creo que el tema preocupante sobre Rusia ahora mismo es la concentración de poder en el Kremlin».

«Es bastante obvio que no hay instituciones que hagan un contrapeso fuerte (al poder). La asamblea legislativa no lo es, la Duma no lo es, los tribunales no lo son», afirmó.

Sin embargo, no estaba claro si los comentarios de Rice fueron realizados tras el anuncio de Putin o después.

Los diarios europeos fueron más crí­ticos con el plan de Putin.

En un editorial, el periódico londinense The Times preguntó: «Â¿Ha retirado Vladimir Putin el enchufe de la democracia?», y destacó que su anuncio señaló que pretendí­a «simplemente cambiar de tí­tulo» para poder quedarse en la polí­tica «y continuar con su gobierno autoritario».

El diario italiano Corriere della Sera dijo que Putin buscarí­a ahora una «marioneta» para reemplazarlo en el Kremlin tras la elección presidencial de marzo de 2008.

El diario alemán Frankfurter Allegmeine Zeitung predijo que el presidente ruso dará más sorpresas. «La era Putin está lejos de su fin; recién ha comenzado», comentó.