Bernanke no propone nuevas medidas de la Fed para el estí­mulo económico


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Ben Bernanke no propuso hoy nuevas medidas de la Reserva Federal para impulsar la economí­a, e insinuó que el Congreso tendrí­a que actuar para estimular las contrataciones.

Por PAUL WISEMAN y MARTIN CRUTSINGER JACKSON HOLE / Agencia AP

En una reunión anual sobre economí­a en Jackson Hole, el presidente del Banco Central dijo que, aunque las tasas de interés a niveles históricamente bajos promoverán el crecimiento con el tiempo, la débil economí­a requiere más ayuda en el corto plazo.

De todas formas, Bernanke dijo sentirse optimista de que, a la larga, el mercado laboral y la economí­a volverán a tener plena salud.

Su discurso fue precedido por la noticia de que la economí­a estadounidense apenas creció un 1% en el segundo trimestre, y que el ritmo de expansión fue un tí­mido 0,7% en los primeros seis meses del año.

Empero, la bolsa de valores subió levemente tras las palabras de Bernanke. El promedio industrial del Dow Jones avanzaba cinco puntos, el 0,05%, a 11.155 poco después de las 1500 GMT.

En su discurso, Bernanke dejó abierta la posibilidad de que la Fed adopte nuevas medidas para fortalecer la economí­a. Agregó que su reunión de septiembre durará dos dí­as en lugar de uno.

El presidente de la Fed insistió en la necesidad de reducir el déficit a largo plazo, pero resaltó que el futuro de la pujanza económica podrí­a peligrar si la contratación laboral y el crecimiento económicos no son apuntalados ahora.

«Los arquitectos de la polí­tica fiscal no deberí­an ignorar la fragilidad de la presente recuperación económica», indicó.

Bernanke criticó además la forma en que el Congreso manejó la ampliación del tope del endeudamiento gubernamental, e insistió que las gestiones afectaron negativamente a la economí­a, con consecuencias negativas a largo plazo.

El funcionario dio su discurso en momentos en que muchos economistas temen la posibilidad de que Estados Unidos vuelva a caer en breve en una nueva recesión. Uno de los principales motivos es la contracción del gasto consumidor, el precio de la vivienda está por los suelos, los salarios apenas crecen y el endeudamiento de los hogares sigue siendo elevado.

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Mercados fluctúan


Los mercados mundiales mostraron nerviosismo hpy en una jornada en la que los inversionistas se mantuvieron a la expectativa de lo que prometerá el Presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke y las medidas que se adoptarán para que la economí­a estadounidense no sufra otra recesión.

Los precios del crudo se cotizaban por debajo de los 85 dólares por barril, mientras que el dólar bajó en sus cotizaciones frente al yen y el euro.

Las acciones europeas se mostraron a la baja en sus primeras transacciones. El referente FTSE 100 de la bolsa británica bajaba 0,9% hasta los 5.086,29 puntos, mientras que el alemán DAX caí­a 2,1% hasta los 5.466,94 puntos y el francés CAC-40 retrocedí­a 0.9% hasta las 3.089,88 unidades.

En Asia, el í­ndice Nikkei 225 de la bolsa japonesa tuvo una jornada de mucha volatilidad al fluctuar entre ganancias y pérdidas todo el dí­a antes de cerrar con alza del 0,3% a 8.797,78. Por su parte, el referente Koski de la bolsa surcoreana avanzó 0,8% luego de una mañana volátil y cerró a 1.778,95 puntos.

En tanto, el referente Hang Seng de Hong Kong perdió sus ganancias del comienzo del dí­a y bajó 0,9% hasta los 19.582,88. Otros indicadores bursátiles en Australia, Singapur y Filipinas cerraron a la baja mientras que los tí­tulos en China continental cerraron con resultados mixtos.

Las operaciones mostraron inestabilidad pues los inversionistas prefirieron mantenerse al margen para ver si Bernanke ofrece más apoyo a la economí­a estadounidense durante su muy esperado discurso en una conferencia de prensa programada para más tarde el viernes en la localidad de Jackson Hole, Wyoming.

La Fed ya habí­a prometido tasas de interés bajas hasta el año 2013. Otros observadores del banco central estadounidense indicaron que la Fed ya llegó al lí­mite de lo que puede hacer esa institución para ayudar a una economí­a sumida en problemas que la polí­tica monetaria no puede resolver —como las altas tasas de desempleo y la enorme deuda gubernamental.