Benigno Aquino, ganador de los comicios presidenciales filipinos y que sólo espera la proclamación oficial de su elección, empezó a trabajar hoy en la formación de su gobierno y prepara la transición.
«Lo que hay que hacer hoy y mañana es designar un equipo encargado de asegurar la transición», declaró el diputado Lorenzo Tanada, portavoz del Partido Liberal, la organización de Aquino.
Benigno Aquino declaró el martes en una entrevista con la AFP que su prioridad es nombrar los miembros de su gobierno antes del traspaso de poderes de la presidenta saliente, Gloria Arroyo, previsto el 30 de junio.
«De manera que, de aquí al 1 de julio, cada cual sepa ya lo que tiene que hacer», dijo.
Aquino, de 50 años de edad, obtuvo una amplia victoria en la elección presidencial realizada el lunes. Según resultados publicados el martes, obtuvo poco más de 40% de los votos tras el recuento de 37,5 millones de papeletas.
Uno de sus rivales en la elección, el senador Manuel Villar, reconoció ya el martes por la mañana la victoria de Aquino.
El candidato que le sigue en los resultados, el ex presidente Joseph Estrada, que obtendría 25% de los votos, una distancia insuperable, declaró que esperaría los resultados finales para declararse vencido.
La elección del nuevo presidente sólo será proclamada una vez que el cien por ciento de los resultados sean recibidos por la comisión electoral.
Aquino, que será el primer presidente soltero de un país en el que la primera dama desempeña un papel importante, es hijo de dos personalidades que encarnan la lucha por la democracia en Filipinas en la década de los ochenta: la ex presidenta Corazón Aquino, fallecida en agosto de 2009, y que llegó al poder tras una rebelión popular contra el dictador Ferdinand Marcos, y su marido Benigno «Ninoy» Aquino, dirigente opositor asesinado al regresar del exilio.
Gloria Arroyo, que no podía volver a presentarse a la elección presidencial, nombró ya un equipo encargado de asegurar una transición serena, pese a las tensiones que existen entre ella y Aquino.
Este, que cuenta gobernar «dando ejemplo», dijo el martes a la AFP que desea que se realice una investigación sobre las acusaciones de fraude en la elección de 2004, ganada por Arroyo.
«Esas acusaciones de manipulación en las elecciones de 2004 nunca fueron aclaradas», declaró Aquino.
Arroyo asumió el poder en 2001 tras la destitución de Estrada por corrupción y fue luego elegida en 2004. Sus nueve años de gobierno fueron empañados por rumores de corrupción y manipulación de los comicios. La presidenta saliente declaró el miércoles que está dispuesta a afrontar una investigación.
«Eso dará a la presidenta la oportunidad de responder a las acusaciones y de someterse al juicio de la historia», declaró a la AFP su portavoz, Gary Olivar.
Gloria Arroyo, que no desaparecerá de la vida política puesto que fue elegida el lunes en el Congreso (Cámara Baja), perderá empero su inmunidad presidencial tras el traspaso de poderes, el 30 de junio.
Los electores filipinos eligieron también el lunes el vicepresidente, los miembros del Parlamento, los 80 gobernadores de provincias y más de 17.000 ediles locales.
Además de Arroyo, varias personalidades fueron elegidas en el Congreso, entre ellas el boxeador Manny Pacquiao e Imelda Marcos, de 80 años, viuda del dictador.
El clan Marcos retorna al escenario político con estos comicios, puesto que también fueron elegidos Ferdinand Jr, de 52 años, en el Senado, y su hermana Imee, de 56 años, gobernadora de la provincia de Ilocos Norte, bastión de la familia.