Benigno Aquino, hijo de Corazón, proclamado Presidente


El presidente electo, Benigno Aquino celebra su reciente designación. AFP PHOTO/TED ALJIBE

Benigno Aquino, hijo de la ex jefa de Estado Corazón Aquino, fue proclamado este miércoles 15º presidente de Filipinas por el Parlamento, tras su rotunda victoria en las elecciones del pasado 10 de mayo.


Legisladores de ambas cámaras corroboraron la victoria de Aquino, de 50 años, en esas elecciones en las que obtuvo más de 15,2 millones de votos -42% de los sufragios-, superando por 5,7 millones de sufragios a su rival más inmediato, el ex presidente José Estrada.

«Según los resultados de la elección nacional del 10 de mayo, proclamamos presidente de la República a Benigno Aquino» declaró el presidente del Senado, Juan Miguel Zubiri.

Aquino será el primer presidente soltero de Filipinas, un paí­s donde la primera dama suele desempeñar un papel importante. Asumirá sus funciones el 30 de junio, sucediendo a Gloria Arroyo, que asumió el poder en 2001 tras la destitución de Estrada por corrupción, antes de ser elegida en 2004.

El presidente es hijo de dos personalidades que encarnan la lucha por la democracia en la década de los ochenta: Corazón Aquino, fallecida en agosto de 2009, que llegó al poder en 1986 tras una rebelión popular contra el dictador Ferdinand Marcos, y su marido Benigno «Ninoy» Aquino, dirigente opositor que habí­a sido asesinado en 1983 al regresar del exilio.

Aquino es el 15º presidente de este paí­s independiente desde 1946, después de haber sido colonia española durante más de tres siglos, ocupado por Estados Unidos en 1998 y por Japón durante la Segunda Guerra Mundial.

El flamante mandatario inició su carrera polí­tica como diputado, hace doce años, y luego fue elegido senador. La lucha contra la corrupción y la pobreza fueron las prioridades de su campaña, en un paí­s donde casi uno de cada tres de sus 90 millones de habitantes vive con menos de un dólar por dí­a.

Aquino, que llegó al Parlamento rodeado por familiares y amigos, se refirió en sus primeras declaraciones a la situación económica.

«Estoy ansioso por resolver los problemas que afectan a nuestros compatriotas», dijo. «De forma inmediata, hay que hacer frente a la crisis», añadió Aquino, evocando, entre otros aspectos, al déficit fiscal filipino, que este año debe elevarse a unos 8.500 millones de dólares.

Durante la sesión, Estrada, su principal rival en la elección, afirmó: «Extiendo mi sincera felicitación a mi buen amigo y valioso adversario».

Para Aquino, esta victoria abre un nuevo capí­tulo en la dramática historia polí­tica de su familia.

Su padre, Benigno «Ninoy» Aquino, fue asesinado en 1983 en el aeropuerto de cuando regresaba de su exilio en Estados Unidos para liderar un movimiento democrático contra el régimen de Ferdinand Marcos.

Su madre, Corazón Aquino, asumió entonces el papel que le correspondí­a a su marido y lideró el movimiento opositor «People Power» (poder popular), que acabó en 1986 con la dictadura de Marcos y le permitió llegar a la presidencia por un perí­odo de seis años.

Su fallecimiento en agosto pasado, debido a un cáncer, desató una ola de apoyo a la familia y facilitó la conversión de Benigno Aquino en un importante candidato presidencial, por el Partido Liberal, tras haberse desempeñado como un legislador de bajo perfil.

Los electores filipinos eligieron también el pasado mes de mayo al vicepresidente, a los miembros del Parlamento, a los 80 gobernadores de provincias y a más de 17.000 ediles.

Varias personalidades fueron elegidas en el Congreso, entre ellas el boxeador Manny Pacquiao e Imelda Marcos, de 80 años, viuda del dictador.