Bengals, modelo de estabilidad en la NFL


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Los Bengals eran el hazmerreír, un equipo especializado en hilvanar un fracaso tras otro.

Por JOE KAY, CINCINNATI Agencia AP

Cambiaban de quarterback cada dos años. Desperdiciaban sus selecciones colegiales en jugadores sin talento. Firmaban contratos con deportistas de antecedentes cuestionables y terminaban ofreciendo disculpas cuando eran arrestados. Despedían al entrenador y comenzaban todo de nuevo.

Nadie pudo discrepar cuando un comentarista de la televisión se refirió a los Bengals como la Siberia de la NFL, un lugar donde nadie estaba si podía evitarlo.

Ahora son distintos.

Cincinnati (11-5) se ha convertido en un modelo de estabilidad en una liga donde todo parece cambiar de la noche a la mañana. En la cercana Cleveland, el entrenador más reciente de los Browns fue destituido menos de un año después de su contratación.

Mientras en otros lugares van y vienen los estrategas y los mariscales, los Bengals constituyen un ejemplo de que la paciencia encuentra su recompensa.

Los campeones de la División Norte de la Conferencia Americana llegan a los playoffs por tercer año consecutivo, luego de mantener en sus puestos a su entrenador en jefe y a los coordinadores, y de gastar mucho dinero para conservar intacto el núcleo del equipo.

«Para mí, probablemente la parte más desalentadora y triste del fútbol americano a este nivel es que demasiados directores generales y propietarios simplemente lanzan a los entrenadores como si fueran panqueques y no se percatan del motivo por el que el fútbol americano colegial es lo que es», dijo Andrew Whitworth, integrante de la línea ofensiva. «Los sistemas determinan el éxito y la longevidad. No hay un entrenador en este mundo que pueda integrar un sistema en uno o dos años. Hacen falta varios años».

Parece que los Bengals lo entendieron.

Lewis reconoce que cualquier otro equipo de la NFL lo habría destituido luego de una foja de 0-4 en postemporada y de tener un récord perdedor en 10 campañas. En Cincinnati, recibió la oportunidad de una undécima temporada y de disputar otro partido de playoffs, el domingo contra San Diego (9-7).

En los últimos tres años, mucho ha cambiado.

«Todas las cosas que se han escrito y las críticas que nos han hecho quedan en el pasado», dijo Lewis.

No completamente.

Los Bengals no ganan todavía un solo partido de playoffs desde la década de 1990; están empatados con la séptima peor racha en postemporada en la historia.

Pero han llegado a los playoffs tres veces seguidas por primera ocasión en su historia, y un triunfo ante San Diego representaría un enorme paso adelante.