El papa Benedicto XVI recordó el sábado el carácter sagrado e indisoluble del matrimonio para la Iglesia católica, destacando que su anulación debe ser una excepción, durante una audiencia con los miembros del Tribunal de la Rota romana para la inauguración del año judicial.
El Tribunal de la Rota, uno de los tres tribunales de la Santa Sede y fundamentalmente un tribunal de apelación, juzga sobre todo las solicitudes de reconocimiento de nulidad de los matrimonios después de un proceso en primera instancia por los tribunales diocesanos.
En su discurso, Benedicto XVI pidió a los miembros del tribunal «que no nieguen la existencia de un vínculo conyugal indisoluble» y limiten en lo posible sus fallos de nulidad.
También les pidió que no se dejen «seducir por otras vías o interpetaciones que impliquen una ruptura con la tradición de la Iglesia», aludiendo a la legalización en algunos países de pactos civiles o de matrimonios homosexuales.
Según las informaciones difundidas públicamente por el Vaticano, durante el año judicial pasado los miembros de la Rota examinaron 1.679 casos y anunciaron 262 fallos, entre los cuales había 69 anulaciones de matrimonios.
Los casos estudiados por la Rota provenían de 27 países diferentes, entre los cuales se destacaba Italia, en primer lugar con 128 expedientes.