Benedicto XVI pide por los derechos humanos


Momento en que el Papa Benedicto XVI (C) ingresa al pleno de las Naciones Unidas, en donde abogó por el respeto a los derechos humanos.

El papa Benedicto XVI pedirá por los derechos humanos este viernes ante la ONU, en un discurso previsto como el plato fuerte de su gira en Estados Unidos, donde pidió a los católicos que se reconcilien con la Iglesia tras el escándalo de pedofilia de sacerdotes.


La gira de seis dí­as que comenzó el martes en Washington quedará marcada sobre todo por el mea culpa del Papa sobre la «vergí¼enza» de la Iglesia por los escándalos de pedofilia en el seno de la Iglesia católica estadounidense.

El jueves se reunió con un puñado de ví­ctimas de abusos sexuales, un gesto que no habí­a realizado su predecesor Juan Pablo II.

La jornada del viernes estará marcada por una visita a una sinagoga pocas horas antes del inicio de la Pascua judí­a, un hecho destinado a manifestar la firme postura del Papa de fortalecer el diálogo con el judaí­smo.

El sumo pontí­fice dejará Washington en la mañana, primera etapa de su visita pastoral a Estados Unidos, y se dirigirá en avión hasta el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy de Nueva York, donde será transferido en helicóptero al centro de Manhattan, a pocos metros de la sede de la ONU.

Benedicto XVI es el tercer Papa en ser recibido en la sede del organismo internacional, después de Pablo VI y Juan Pablo II.

En momentos en que la ONU celebra el 60 aniversario de la declaración universal de derechos humanos, el discurso de Benedicto XVI «estará consagrado a este tema y sobre todo a la unidad e indivisibilidad de los derechos humanos fundamentales», indicó recientemente el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone.

El Papa interpelará a la comunidad internacional sobre la necesidad de cimentar los derechos humanos sobre «la justicia y la ética», y «sobre las obligaciones de proteger los derechos más vulnerables», añadió.

Benedicto XVI otorga prioridad a las cuestiones éticas en sus mensajes.

El Papa se mostró recientemente muy severo contra la ONU, a la que acusó de practicar «una lógica» que privilegia el consenso sobre la verdad. Pero él defiende su existencia, sobre todo por su multilateralismo que considera como una condición indispensable para lograr el equilibrio en el mundo.

Al finalizar la tarde en la Sinagoga «East Park», el Papa se reunirá con el rabino Arthur Scheiner, con quien quiere fortalecer un diálogo interreligioso.

El jueves, Benedicto XVI se reunió con lí­deres judí­os y musulmanes en un encuentro interreligioso en el Centro Intercultural Juan Pablo II en Washington, donde llamó al diálogo entre los diferentes credos.

«Dejemos que otros aprendan de su experiencia, y se den cuenta que una sociedad unida puede surgir de la pluralidad de gente, si todos reconocen la libertad religiosa como un derecho civil elemental», dijo a los lí­deres religiosos.

Horas antes, el sumo pontí­fice realizó una misa en un estadio de béisbol, donde fue recibido por un rugido entusiasta de la multitud de 48.000 personas y la música de cuatro coros liderados por el tenor Plácido Domingo.

Bajo un brillante sol primaveral, el Papa llamó a un nuevo espí­ritu en la evangelización entre los fieles para responder a la «creciente cultura secular y materialista» en Estados Unidos.

Responsabilidad


Los Estados deben proteger a sus pueblos contra las violaciones de los derechos humanos y en caso contrario la comunidad internacional debe intervenir, dijo el viernes en la ONU el papa Benedicto XVI.

«Todo Estado tiene el deber primario de proteger a la propia población de violaciones graves y continuas de los derechos humanos, como también de las consecuencias de las crisis humanitarias», dijo el sumo pontí­fice.

«Si los Estados no son capaces de garantizar esta protección, la comunidad internacional ha de intervenir con los medios jurí­dicos previstos por la Carta de las Naciones Unidas y por otros instrumentos internacionales», agregó.

Según el papa, «la acción de la comunidad internacional y de sus instituciones, dando por sentado el respeto de los principios que están a la base del orden internacional, no tiene porqué ser interpretada nunca como una imposición injustificada y una limitación de soberaní­a».

Junto con esa «responsabilidad de proteger», Benedicto XVI proclamó ante la Asamblea general de la ONU «la universalidad, la indivisibilidad y la interdependencia de los derechos humanos».

El papa advirtió contra el riesgo de restringir el ámbito de los derechos humanos y «ceder a una concepción relativista, según el cual el sentido y la interpretación de los derechos humanos podrí­an variar, negando su universalidad en nombre de los diferentes contextos culturales, polí­ticos sociales e incluso religiosos».

El rol de la comunidad internacional en la «responsabilidad de proteger» los derechos humanos de los pueblos fue proclamada por la Asamblea general de la ONU en una reunión celebrada a nivel de jefes de Estado o Gobierno en 2005.

Soluciones multilaterales


El papa Benedicto XVI dijo este viernes en la ONU que los problemas del mundo requieren un consenso multilateral que excluya «la subordinación a las decisiones de unos pocos».

«Experimentamos la manifiesta paradoja de un consenso multilateral que sigue padeciendo una crisis a causa de su subordinación a las decisiones de unos pocos», dijo el sumo pontí­fice ante la Asamblea general de la ONU.

Según Benedicto XVI, «los problemas del mundo exigen intervenciones conjuntas por parte de la comunidad internacional».

«Las cuestiones de seguridad, los objetivos de desarrollo, las reducciones de las desigualdades locales y globales, la protección del entorno, de los recursos y del clima, requieren que todos los responsables internacionales actúen conjuntamente», agregó el papa.

Benedicto XVI es el tercer papa que visita la sede de la ONU en Nueva York, tras sus predecesores Pablo VI y Juan Pablo II.