Benazir Bhutto, en Sundance


Foto de archivo de Benazir Bhutto. FOTO LA HORA: WIKIPEDIA.COM

El destino de Benazir Bhutto, ex primera ministra de Pakistán, icono internacional y mártir polí­tica después de su asesinato por Al Qaeda en diciembre de 2007, es escrutado en una ambiciosa superproducción documental en el Festival de Sundance.


Realizado por Jessica Hernandez y Johnny O»Hara, «Bhutto» se presenta en competición oficial en el festival de cine independiente, que se desarrolla hasta el domingo en Park City, en las montañas de Utah (oeste de Estados Unidos).

La vida de Benazir Bhutto, mujer polí­tica excepcional y tan adulada como controversial, es el eje central de un filme de poco menos de dos horas, en el contexto más vasto de la historia de Pakistán y de sus relaciones con la India, su vecino, después de la independencia.

«Asegurarnos de que í­bamos a poder pasar esta cantidad enorme de información, fue la cosa más difí­cil», explicó la codirectora Jessica Hernandez.

Con un montaje ultra dinámico, música, gráficas, animaciones… los cineastas se la jugaron por mantener al público en suspenso.

El productor de la cinta, Duane Baughman, dio su reconocimiento a los voluntarios que contribuyeron a «hacer un documental tan dinámico, excitante y emocionante como un filme comercial». Los 115 minutos «fueron realmente lo mí­nimo para contar la historia», dijo.

«Tenemos la sensación de que no podí­amos cortar nada sin perdernos de algo. Evidentemente, todo cineasta tiene esta sensación, pero cuando hay que hablar de un paí­s y una persona al mismo tiempo, es suficientemente duro», destacó.

El lado «superproducción» de «Bhutto» no disminuye su solidez como documental. Cuenta con toda la fuerza de la familia Bhutto, los amigos y biógrafos que evocan la figura de la mujer que fue dos veces Primera Ministra y que buscaba un tercer mandato en el momento de su asesinato.

«Pronuncie el nombre de Bhutto en Pakistán, y nunca se quedará al margen de la gente que la odiaba y la gente que la adoraba», observó el Sr. Baughman.

«Esto dio lugar a sentimientos opuestos. La razón por la cual la gente habla mucho de esto es porque hay mucho que decir en ambos lados», dijo Jessica Hernández.

De hecho, el documental aborda también los resultados innegables de Benazir Bhutto -primero que nada en la restauración de la democracia en su paí­s-, así­ como las acusaciones de corrupción que mancharon su nombre y el de su marido, Asif Ali Zardari, hoy en dí­a Presidente de Pakistán.

La narrativa de la pelí­cula corre por cuenta de la propia Benazir Bhutto, a partir de grabaciones realizadas para escribir su autobiografí­a.

«í‰sta es una de las cosas de las que nos sentimos más orgullosos», aseguró Baughman. «Son cassettes que fueron grabados hace 20 años. Almacenados en un sótano y que nunca se habí­an hecho públicos».

A través del documental enfocado en Benazir Bhutto, figura también el destino de su familia, los «Kennedy de Pakistán». Una familia dominada por la imagen del padre de Benazir, Zulfikar Ali Bhutto, ex presidente y Primer ministro, ahorcado por el régimen militar.

Asesinatos, muertes violentas o inexplicables, conflictos internos, gloria y exilio, no falta nada para construir la leyenda de los Bhutto.

«Usted no puede tener una conversación sobre esas familias sin preguntarse: «Â¿Y si…?»; «Â¿Y si hubiese existido un segundo mandato para J.F. Kennedy? ¿Y si hubiese existido un tercer mandato para Benazir Bhutto?», se preguntó Duane Baughman.

Pero el documental muestra que sus dos mandatos ya dieron suficiente para alimentar los libros de historia. «Su legado será debatido por las futuras generaciones», concluyó.