“Belleza”,  sus crímenes y  el Estado de Guatemala


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Fue de noche, en  la oscuridad, en una típica emboscada, donde fallecieron  dos mujeres y un bebé. Parece una escena  surrealista  de Quentin Tarantino al estilo de Malditos Bastardos, pero  no, es la realidad en  las calles en Guatemala.

Edith González.


Los hechos ocurrieron en la colonia El Milagro, zona 6 de Mixco, en la terminal de buses el lunes  6 de mayo de 2013. Pero acaso ¿importa la fecha? Claro que sí, porque marca el tiempo de la continuidad de estos crímenes con características muy propias del pandillerismo guatemalteco.

 Martha  Guadalupe Divas Túnchez, de 18 años de edad,  Ruth Chávez Monroy, de 39  y el bebé César José, hijo de la primera, de 18 años meses, son las víctimas de este  suceso, la Policía Nacional Civil procedió a la captura de un adolescente apodado “Belleza”. quien se cree  tiene  14 años de edad, aunque   algunas versiones aseguran que tiene 17. En lo que sí coinciden es que es menor de edad.

  Nos  estamos peligrosamente acostumbrando a estos  hechos  en donde se encuentran involucrados menores de edad. Solo en los cuatro meses que van del presente año se han   capturado a 634.  Y en apariencia no mostramos interés  en detener este resquebrajamiento del tejido humano que a futuro debería  ser el relevo de las generaciones actuales.

 ¿Y el Estado? Revisando los proyectos de desarrollo humano, no se encuentra una política real, coherente y eficiente para que los jóvenes guatemaltecos  sean realmente personas   atendidas y se conviertan  en productivas.

 El Estado  no tiene en su agenda la verdadera  atención al niño y al adolescente y los indicadores más claros  que tenemos son las atestadas  cárceles dedicadas a resguardar a niños y adolescentes, a más que estas no tienen  programas reales para  reinsertarlos a la sociedad.

 Otro indicador, es el número  de adolescentes muertos de manera violenta  día a día,  con mayor impacto en el departamento de Guatemala en donde fallecen  135 mensuales y de ahí, el 88 por ciento de estos crímenes son en la capital.

 Es   el pandillerismo  el que genera la mayor violencia: 11 mil
pandilleros en el país y  de ellos el 89 % en la capital y  aquí  se desprende el  niño sicario  que encuentra  en la pandilla el núcleo humano que no halló en su grupo  familiar.

 Es quizás ahí en donde podemos encontrar la respuesta a los crímenes de “Belleza” de quien  el vocero  de la Policía Nacional Civil dice que era el segundo jefe de una pandilla  que opera en la colonia El Milagro.

 Otras interrogantes  que debemos  plantearnos es el de la familia. ¿En dónde están los padres? ¿Por qué el abandono de los mismos hacia el hijo? ¿Cuál es el grado de escolaridad del autor de estos hechos?

 Al realizar un perfil del ahora detenido, se determina que sus padres migraron de la provincia a la capital y este nace aquí. Los padres buscan en la capital, la oportunidad que no encontraron en su pueblo y que  “Belleza” tampoco encontró  en esta capital.

 Entonces la familia y el Estado deberán contestar a estas preguntas, pero igualmente hay que preguntarnos si estamos haciendo algo para evitar en el coto plazo, el surgimiento de otro “Belleza” y se vuelvan a repetir estas dolorosas y ya casi constantes tragedias.