Al menos seis personas murieron hoy en un atentado con coche bomba en Beirut dirigido contra el exministro de Finanzas antisirio Mohamed Shatah, que fue una de las víctimas del atentado, en el que además unas 70 personas resultaron heridas, según los servicios de rescate.
El artefacto estalló al paso del convoy del exministro y estrecho asesor del exprimer ministro Saad Hariri. El político sunita se dirigía a un encuentro con seguidores de Hariri, el líder de la oposición en Líbano.
La fuerte explosión se escuchó en casi toda la ciudad. La onda expansiva hizo que numerosos transeúntes cayeran al suelo en un amplio radio. Las imágenes de televisión mostraban vehículos incendiados y al personal sanitario ayudando a los heridos. La bomba destruyó por completo el vehículo de Shatah.
«Este atentado es un claro mensaje terrorista contra todos los moderados y personas que aman la libertad», dijo Hariri en un comunicado. «(El atentado) iba dirigido a hacer maniobrar a Líbano en aguas desconocidas. Y detrás de él están las mismas personas que asesinaron a Rafik Hariri», agregó. El padre de Hariri, Rafik, que en total estuvo 10 años como jefe de gobierno en Líbano, fue asesinado en un atentado en 2005.
El atentado contra Shatah se produce casi tres semanas antes de que arranque el juicio contra los presuntos asesinos de Rafik Hariri en Beirut. En el proceso, que lleva a cabo un tribunal especial convocado por Naciones Unidas, se sentarán el banquillo de los acusados cuatro funcionarios pro sirios del movimiento chiita Hizbollah. Se les juzgará en ausencia, porque su organización les protege y no los ha entregado al tribunal internacional.
Hizbollah condenó hoy el atentado contra Shatah por consideralo «un crimen infame».
Shatah fue ministro de Finanzas en 2008. Sirvió tanto al exprimer ministro Hariri como a su sucesor Fuad Siniora como asesor en temas económicos. Poco antes de morir, escribió en su cuenta de Twitter: «Hizbollah ejerce mucha presión para tener poderes plenos en el ámbito de la seguridad y la política exterior similares los que Siria tuvo durante 15 años sobre Líbano».
El político se refería así a la época entre 1990 y 2005, cuando las tropas sirias estaban estacionadas en el país. Este contingente formaba parte del acuerdo de paz con el que se puso fin a la guerra civil libanesa (1975-1990). A pesar de la retirada de la tropas sirias, la influencia de Damasco en Líbano siguió siendo considerable. Además se cree que el servicio secreto sirio está detrás de la muerte de Rafik Hariri y varios atentados similares contra políticos y periodistas anti sirios desde 2004.
La situación en Líbano es especialmente delicada debido tanto a la división interna como también a la guerra civil en Siria, la antigua potencia que dominaba el país. Según el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados, ACNUR, en la actualidad hay en Líbano unos 800 mil refugiados sirios. Hace un mes, en un atentado ante la embajada iraní en Beirut murieron al menos 25 personas.
En el pequeño país árabe a orillas del Mediterráneo, los partidos a favor y en contra de Siria están enfrentados. Al bloque antisirio pertenece el Movimiento hacia el Futuro de Hariri, que entre 2009 y 2011 estuvo al frente del Ejecutivo libanés.
El bloque pro sirio está encabezado por el Movimiemto chiita de Hizbollah, que actualmente domina el gobierno de Beirut. Sus milicias combaten junto a las tropas del presidente sirio Bashar al Assad en la guerra civil siria.