Beat Kaestli, del tema a la invención musical


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La Embajada de Suiza en Guatemala, dentro de las actividades de la “Semana de la Francofonía”, presentó el domingo 17 de marzo de 2013 al vocalista Beat Kaestli, en su concierto titulado “Collage”, en Plaza Fontabella de la Ciudad de Guatemala. Vinculado por naturaleza a la música jazz y junto a su grupo de amigos músicos, en esta ocasión conformado por Ben Stivers en el piano, Matt Wigton en el bajo eléctrico y Orlando Ramírez en la batería, Beat Kaestli demostró en su concierto al aire libre su capacidad artística para convertir temas y canciones sencillas en vivificantes invenciones de música jazz, muy aplaudidas.

Grecia Aguilera


Sintiendo confianza y tomando el momento, fue recorriendo ágilmente con su voz senderos armoniosos, alegres, rítmicos, cadenciosos e intensos donde dejó escapar su libertad y estilo personal. Conversar con él unos minutos me hizo apreciar rápidamente su manera de ser, para mí la de un chiquillo impaciente que con ingeniosidad pasa el umbral de la fantasía a la realidad. De su producción musical he tenido la oportunidad de escuchar su CD titulado “Far from Home, A Tribute to European Song”, excelente grabación de estudio, que está disponible en ‘Amazon’ y ‘CD Baby’. La caja del disco incluye comentarios del reconocido cantante de jazz Jon Hendricks, quien nos hace saber que el CD de Beat lo ha impresionado y que espera escuchar aún más en el futuro. En su CD Kaestli nos presenta una variada selección musical que simboliza unión, paz y libertad, cantando en los idiomas Francés, Inglés y Suizo. La primera pieza del disco es “Habanera”, aria de la famosa ópera ‘Carmen’ de Georges Bizet. El ensamble de los instrumentos en este número musical, reproduce el estilo del jazz tradicional de 1920, recordándome de inmediato los sonidos de Bubber Miley y de Clark Terry. Enseguida atrae mi atención la melodía de “September Song”, por las saudades que brotan de la voz de Kaestli, convirtiendo el tema en una magnífica versión, absolutamente personalizada por él. También me ha cautivado “Guggisberg Lied”, canción tradicional suiza, que Beat interpreta como si fuese una plegaria o rogativa. El estuche del disco luce en su portada el rostro del cantante, observando hacia la infinitud del tiempo, con una mirada despejada y serena, posiblemente cavilando en el título de la octava canción de su disco: “What are you doing the Rest of your Life”. Sobrios son los colores del estuche con franjas de tonalidades azul-violeta y blanco, que para mí revelan la recóndita e insondable espiritualidad del artista, que se hace evidente en la dramática y conmovedora balada de su autoría “Silence of my Heart”, que abriga y envuelve los desencantos que de alguna manera Beat desea exteriorizar, para hacer una catarsis en la intimidad de su alma, percibiéndose solitario, distante y abandonado. Pienso que en esta canción Kaestli descubre su intensa personalidad artística, logrando transmitirme en su arte vocal su aguda angustia existencial. Con el sentir emocional de Beat Kaestli, recuerdo mi composición poética titulada “En nombre de la música” que figura en la página número 70 de mi libro “Exégesis del Alma” y manifiesta lo siguiente: “En nombre de la música/ sea mi espíritu/ raigambre del alma/ éxtasis embeleso/ acariciante terciopelo/ vehemente y delicada/ vestidura de mi piel./ Sea mi corazón armonía/ dúctil plumaje mis mejillas/ tímpano mi tez en madrugada./ En nombre de la música/ sean mis ojos perspectiva/ luciérnagas errantes/ irisación prisma y alianza/ matiz tornasol de esperanza./ Sea mi hálito un canto/ copla himno plegaria/ salmo en tifón de alabanza./ Sea mi cuerpo iluminado/ panorama antífona paisaje/ luminar fruición quintaesencia/ el todo absoluto/ en nombre de la música.”