El Banco Central Europeo (BCE) decidió el jueves elevar en 0,25% a 3,50% su principal tasa de interés, para ubicarla a su más alto nivel en cinco años, y dejó abierta la vía al menos a una nueva alza del precio del dinero en 2007.
Es la sexta vez en los últimos 12 meses que el BCE eleva su tasa de interés, que pasó en ese período de 2% a 3,5%.
Pese a esta subida, «el nivel de las tasas de interés sigue bajo (…), y la política monetaria sigue siendo flexible», subrayó el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, en conferencia de prensa tras la reunión mensual del Consejo de gobernadores.
Es esencial «actuar a tiempo y de manera firme para asegurar la estabilidad de precios a medio plazo», subrayó además Trichet.
En suma, el presidente del BCE considera que las condiciones de crédito son aún baratas y conllevan un riesgo de presiones inflacionistas en la zona euro, con lo que el ciclo de alzas puede mantenerse.
Estas declaraciones confirman una generalizada opinión de los economistas, que apuestan por una, o incluso dos nuevas subidas de las tasas de interés en la zona euro en el curso de 2007. Después, quedaría cerrado el ciclo de alzas en el precio del dinero, un ciclo iniciado en diciembre de 2005.
Para Luca Silipo, analista de IXIS, una nueva alza de los tipos de interés a 3,75% podría producirse en marzo, y luego seguirá un largo período de statu quo.
Además, la Reserva Federal estadounidense debería -siempre según este analista- empezar a bajar desde mayo sus tasas de interés para reactivar la economía de Estados Unidos, que presenta claros síntomas de ralentización.
Paralelamente, el BCE rebajó sus pronósticos de inflación y se mostró optimista sobre las perspectivas de la economía en la zona euro.
El BCE revisó a la baja sus previsiones de inflación para los 12 países que integran la zona euro, a 2,2% en 2006 y 2% en 2007, contra 2,4% para ambos años en un anterior pronóstico. Sin embargo, estas proyecciones son superiores al objetivo que el BCE se fijó a medio plazo, de una inflación inferior al 2%.
Al mismo tiempo, el BCE elevó su previsión de crecimiento económico en la zona euro en 2007 a 2,2%, contra 2,1% anteriormente.
Respecto a la revalorización del euro frente al dólar -que inquieta en medios exportadores y en algunos sectores políticos de la zona euro- Trichet reiteró la posición oficial del BCE al respecto, a saber que «es indeseable cualquier volatilidad excesiva en el tipo de cambios».
La fortaleza del euro ha generado crecientes presiones sobre el BCE -que al subir sus tasas teóricamente refuerza aún más al euro- por parte de sectores que temen por las exportaciones, y por tanto por el crecimiento de la zona euro.