El Banco Central Europeo mantuvo hoy su tasa de interés referente en el 1%, su nivel histórico más bajo.
Los 23 miembros del consejo directivo del BCE tomaron la decisión para presionar a los gobiernos a que apliquen medidas enérgicas frente a la crisis de la deuda soberana.
El banco es presionado para que estimule la debilitada economía de la eurozona mediante otra reducción de la tasa preferencial. Empero, el presidente del banco Mario Draghi dijo que el banco central no puede compensar la pasividad de los gobiernos.
Los analistas dijeron que el banco seguramente aguardará a ver las medidas que adoptan los líderes europeos en su reunión cimera del 28 y 29 de junio, que podría incluir una mayor supervisión del sector bancario, propuestas para impulsar el crecimiento económica, ayuda para España y su atribulado sector bancario o medidas para combatir el endeudamiento soberano de los gobiernos mediante la creación de los llamados eurobonos, a lo que se han opuesto tajantemente hasta ahora Alemania, primera economía del Viejo Continente, y el BCE.
La eurozona encara problemas en varios frentes. España no puede rescatar a los bancos que giraron créditos hipotecarios sin consideración alguna de riesgo durante la burbuja de la vivienda y sufren ahora crecientes pérdidas por impago. Grecia, que se benefició con dos rescates financieros en dos años gracias al FMI y la UE, acudirá a las urnas el 17 de junio y podría rechazar las medidas de austeridad de sus acreedores, lo que le obligaría a dejar el euro.
Un repunte de la crisis financiera en Europa podría perjudicar el crecimiento en Estados Unidos y Asia al generar pérdidas y temores entre los bancos.
Queda por ver aún un aumento del crédito bancario, reconoció el miércoles Draghi, aunque algunas partes de la eurozona tienen abundante liquidez, o acceso al endeudamiento bancario, mientras que otras no pueden hacerlo, agregó. Ello no es achacable al banco central, insistió el banquero. El BCE inyectó 1 billón de euros en créditos a muy bajo interés, y pese a ello la concesión y el pedido de préstamos sigue siendo extremadamente débil no ver las empresas motivo alguno para endeudarse.
«Hay plena liquidez en algunas partes… y carestías en otras áreas», indicó. «Algunos de estos problemas en la eurozona nada tienen que ver con la política monetaria».
Agregó que las tasas de interés son ya tan bajas que son negativas ajustadas por la inflación, dada una inflación del 2,4% anual. Empero, dejó entrever la posibilidad de que el banco central tome medidas adicionales y prometió «vigilar estrechamente todos los acontecimientos, estando listos para actuar».
Draghi dijo la semana pasada a los políticos europeos en Bruselas que el euro es «insostenible» y les pidió un plan a largo plazo para fortalecer las instituciones básicas del euro en los próximos años.
El banquero repitió ese argumento el miércoles, en respuesta a una pregunta sobre la reunión cimera del 28 y 29 de junio de la Unión Europea. «Los que todos esperamos es claridad en esta visión, un sendero hacia este objetivo con todas las condiciones que deben ser satisfechas para alcanzarlo».