El Bayern Múnich de Pep Guardiola derrotó ayer 5-4 al Chelsea de José Mourinho en tanda de penales para quedarse con la Supercopa de Europa luego de que el encuentro terminó empatado 2-2 luego de dos tiempos extra.
PRAGA /Agencia AP
Todos los jugadores anotaron sus cobros de penal hasta que el arquero Manuel Neuer atajó el penal cobrado por Romelu Lukaku.
Con 10 hombres, el Chelsea parecía a punto de llevarse el triunfo luego de que Eden Hazard puso el marcador 2-1 al inicio del primer tiempo extra, el español Javi Martínez metió el segundo tanto para la escuadra alemana cuando agonizaba el segundo tiempo extra.
El español Fernando Torres le dio al Chelsea, campeón de la Liga Europa, la ventaja inicial con un sólido tiro volea, pero el recién galardonado Franck Ribery igualó en los primeros minutos de la segunda mitad con un cañonazo que pareció tomar por sorpresa a Petr Cech.
Bayern ganó su primera Supercopa en su cuarto intento, y es el primer trofeo para Guardiola desde que tomó el timón del equipo. «Es la primera vez, estamos orgullosos por ello», dijo Guardiola. «Jugamos un futbol increíblemente bueno. Estamos felices con nuestro desempeño».
Guardiola asumió la dirección técnica del Bayern luego de un año sabático, y el equipo comenzó la temporada del fútbol alemán cosechando 10 de 12 puntos. La victoria «es buena para el equipo, pero significa mucho más para el entrenador», dijo Ribery.
El Chelsea se quedó con un hombre menos cuando Ramires fue expulsado a los 85 minutos al recibir su segunda tarjeta amarilla tras una entrada fuerte sobre Mario Goetze.
La expulsión molestó evidentemente a Mourinho, quien trataba de obtener una explicación del árbitro Jonas Eriksson durante el descanso antes del tiempo extra. Mourinho nunca ha ganado la Supercopa, mientras que para su archirrival Guardiola es su tercer trofeo, ya que lo ganó con el Barcelona en 2009 y 2011.
«Mi opinión es que el mejor equipo perdió», dijo Mourinho. «El equipo que más merecía ganar, perdió. Pero así es el fútbol».
Mourinho y Guardiola se enfrentaron frecuentemente en los clásicos del fútbol español, cuando el técnico portugués dirigía al Real Madrid. Esa tensa relación le dio vistosidad a esta edición de la Supercopa.
El título que disputan los ganadores de la Liga de Campeones y de la Liga Europa de la temporada anterior es visto como falto de renombre, pero desde el principio del encuentro era claro que ambas escuadras querían ganarlo.
Guardiola, por supuesto, no estuvo de acuerdo con Mourinho. «Sí, el mejor equipo ganó», dijo Pep en alemán. Mourinho se quejó de que la expulsión de Ramires influyó en el resultado, e insinuó que los árbitros de la Liga Premier no hubieran mostrado una segunda amarilla en esa situación.
«El fútbol es 11 contra 11», dijo Mourinho. «Con 11 contra 10, es más fácil para el equipo con 11 y más difícil para el equipo con 10».
El Bayern tuvo más posesión del balón a lo largo del encuentro, mientras que el Chelsea recurrió a lo que Guardiola describió el jueves como el arma más poderosa de Mourinho: el contraataque.