Bayern Múnich, con ánimos renovados tras invertir 70 millones de euros en fichajes, y Schalke 04 se disputarán este sábado la Copa de la Liga, el torneo que abre la temporada oficial en Alemania, en la final de Leipzig.
Después de haber goleado por 4-1 al Werder Bremen en los cuartos de final y al campeón de la Bundesliga, el Stuttgart, por 2-0 en semifinales, el Bayern se presenta dispuesto a amortizar desde el principio su gran desembolso, olvidando su desastrosa campaña 2006-2007.
«No estamos preparados especialmente para la Copa de la Liga, ya que nuestro objetivo es la Liga, pero estamos en la final y queremos ganar el trofeo», declaró el veterano portero Oliver Kahn.
El club bávaro, que ha ganado en cinco de las diez ediciones del torneo, no podrá contar con uno de sus fichajes estrellas, el francés Franck Ribéry, lesionado en la rodilla, ni con el holandés Mark Van Bommel, que fue sancionado por ’conducta antideportiva’ en el partido ante el Stuttgart.
En cambio, el goleador Miroslav Klose, otra de las caras nuevas del equipo, reaparecerá tras una gripe.
El técnico del Schalke 04, Mirko Slomka, no tuvo reparos en reconocer que el Bayern parte en la final como gran favorito, pero se mostró ilusionado por dar la sorpresa y apuntarse el primer título de la temporada.
La Copa de la Liga alemana cambiará de formato el próximo año, pasando a disputarse entre 32 equipos, con una final en diciembre y una plaza en juego para disputar la Copa de la UEFA.