Batres resucita viejos fantasmas de Paraguay


Carlos Batres, árbitro guatemalteco. FOTO AFP / JIM WATSON

La designación de Carlos Batres para arbitrar el Paraguay-España de cuartos de mañana en Johannesburgo hizo revivir los fantasmas del Mundial-2002 en el seno de la Albirroja, que recuerda con amargura el papel del guatemalteco en la caí­da en octavos con Alemania.


La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) anunció ayer oficialmente los colegiados y los asistentes para los cuatro encuentros de los cuartos de final y en la delegación guaraní­ algunos se echaron las manos a la cabeza.

La FIFA optó por un árbitro que habla la misma lengua de los dos equipos y que cuenta con una importante experiencia, siendo internacional desde hace 14 años, aunque en Paraguay no se fí­an de Batres.

Resulta que los hinchas paraguayos tienen grabada en su retina la eliminación en octavos de final del Mundial de Corea/Japón-2002 ante Alemania (0-1), con un gol sobre el final de Oliver Neuville (88), en el estadio de Jeju.

En aquel encuentro, el equipo dirigido por el italiano Cesare Maldini reclamó algunos penales y, encima, en el último suspiro, le echaron a una de sus figuras, el «Toro» Roberto Acuña (90 2).

Roque Santa Cruz y Deniz Caniza, que integran la plantilla del Tata Gerardo Martino, habí­an estado presentes en el campo ese dí­a en tierra surcoreana, mientras que el portero Justo Villar tragó bronca desde el banquillo.

El capitán y lí­der de ese Paraguay versión 2002 era el portero José Luis Chilavert, que este jueves le tiró con munición gruesa a Batres, antes del choque de cuartos de final contra los españoles.

Carlos Batres «es el peor árbitro de la historia de Guatemala. Es una vergí¼enza que la FIFA lo haya designado», disparó el ex arquero-goleador.

«Es el árbitro más peligroso que le podí­a tocar a Paraguay de todos los que estaban disponibles para ser elegidos. En Corea nos expulsó injustamente al Toro Acuaña», recordó Chilavert en la prensa española, estimando que «un árbitro inglés hubiera sido lo ideal».

Sin embargo, el guatemalteco ha dado muestras de profesionalidad y entereza, al haber dirigido el Argelia-Eslovenia de primera fase apenas cuatro dí­as después del fallecimiento de su madre en un hospital en Guatemala.

Sin tiempo de volver para el entierro, Batres se quedó en Sudáfrica para seguir con su misión y tal vez su perseverancia fue recompensada por la FIFA con esta designación para un partido tan importante.

Batres nació hace 42 años en Guatemala, es licenciado en Ciencias y dirigió su primer partido internacional el 27 de octubre de 1996 en un Panamá-Canadá.

Entre los puntos más sobresalientes de su currí­culum profesional se destacan los Juegos Olí­mpicos (Atenas-2004), Copa de Oro de la Concacaf en cinco oportunidades, Copa Confederaciones (2001 y 2003) y Copa del Mundo, aquella de 2002 en tierra asiática.

A la cita de Alemania-2006 no acudió puesto que con su terna no superaron la prueba fí­sica.

A nivel de clubes, Batres pitó en la final del Mundial de clubes 2006, cuando en Yokohama se enfrentaron Inter de Porto Alegre con el Barcelona que ya contaba con Carles Puyol, Andrés Iniesta y Xavi, internacionales españoles con los que volverá a cruzarse en la cancha.