Los gobiernos de Guatemala, México, El Salvador y otros no pueden, ni deben mantener una actitud pasiva al respecto o conformarse con un «pinche» comunicado. El Presidente de la República, el Vicepresidente y el Ministro de Relaciones Exteriores deberí­an de llamar al embajador estadounidense en Guatemala y entregarle una categórica protesta, en la cual manifiesten su rechazo a la medida emitida en Arizona y el planteamiento que la misma sea derogada; citar a una reunión urgente de Presidentes de México y Centroamérica para abordar la situación y los congresos, protestar y actuar también enérgica y públicamente.

 

Arizona es uno de los estados que más población latinoamericana tienen, el 29.2% de la misma es de origen latino. Históricamente Arizona es parte de los territorios que invadieron los norteamericanos a México y que lograron conservar gracias al Tratado Guadalupe-Hidalgo; no se convirtió en Estado sino hasta 1912.

 

Anterior, Arizona formó parte de la Nueva España, fue colonizada desde 1539 y en 1976 pasó a ser parte de la provincia de Sonora (México), siendo por consiguiente parte del virreinato de la Nueva España. Ello explica su alta densidad demográfica de latinoamericanos seguida de las etnias navajo y apache.

 

La densidad de población de Arizona en 1950 era de 749,587 personas donde predominaban en más de un 50% latinos de ascendencia mexicana, navajos y apaches y sólo ha sido en los últimos 60 años que por su clima, retirados norteamericanos descendientes de inmigrantes alemanes, británicos e irlandeses se fueron trasladando hacia ese Estado, llegando a ser la mitad de la población, porcentaje que está decreciendo por la tasa de natalidad de los latinoamericanos que es cuatro veces mayor a la de las otras etnias. A ello se le agrega una significativa población flotante de inmigrantes latinoamericanos.

 

La economí­a del estado es principalmente agrí­cola, minera y turismo, hecho que fomenta el uso de obra de inmigrantes más eficiente y competitiva en esas áreas de trabajo.

 

Retomando el tema, no podemos permitir o aceptar que el Gobierno de Guatemala no se ponga a la par del de México y el de los Estados Unidos para que conjuntamente endurezcan su posición contra las normas y conductas antihumanas que se están adoptando en Arizona.

 

A ello debemos agregar que nuestro paí­s, como consecuencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, importa tres veces más de lo que exporta, como lo evidencia el hecho que en 2009 la balanza comercial fue de US $3,754 millones de importaciones versus US $1,271 de exportaciones y el único factor que compensa esa desproporción en nuestra contra son las remesas familiares, remesas que provienen del sacrificio y del trabajo honrado que hombres y mujeres realizan en Estados Unidos al desempeñar labores que los norteamericanos en su casi totalidad no desean hacer pero que sí­ les permite a ellos una mejor productividad como paí­s.