Barrio de Londres azotado por disturbios va al cine


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Isaac Densu vive en Broadwater Farm, un gan conjunto de edificios de concreto en Tottenham, el barrio pobre donde comenzaron los disturbios del año pasado en Gran Bretaña.

Por JILL LAWLESS LONDRES / Agencia AP

El desempleo es alto y los jóvenes enfrentan tentaciones que los pueden meter en problemas, pero Densu cree saber cómo evitarlo: una buena película.

El cinéfilo de 26 años dijo que ver películas puede ayudar a sus vecinos a ampliar sus horizontes y optar por la creatividad en vez de la violencia.

La idea se puso a prueba el miércoles cuando cientos de residentes de Broadwater Farm asistieron a una proyección gratis de «La Haine» («El odio»), una fuerte película de 1995 sobre jóvenes marginales en los barrios pobres de las afueras de París.

Algunos cuestionaron la prudencia de mostrar una cinta sobre violencia y armas en una zona afectada por ambas, pero no Densu, quien ayudó a organizar la muestra.

«Espero que sea un trampolín para que la gente reoriente el odio que siente por el sistema», dijo.

«El principal problema con las zonas necesitadas es que son pequeños bloques marginados de la sociedad», agregó. «Se trata de sacarlos de su coraza».

Para la mayoría de la gente en Gran Bretaña, Broadwater Farm es el sinónimo de la penuria urbana. En 1985 presenció disturbios en los que un agente de policía murió apuñalado. Los disturbios se convirtieron en un símbolo de las tensiones entre la policía de Londres y la población negra de la capital.

También era hogar de Mark Duggan, el hombre cuya muerte a tiros por la policía desató en agosto pasado una serie de disturbios que comenzaron a una milla (1,6 kilómetros) en Tottenham y duraron por cuatro noches, la peor revuelta civil reciente en el país.

Los vecinos dicen que a pesar de los disturbios de agosto la zona ha mejorado enormemente desde 1985, reduciendo sus niveles de pobreza y aumentando su sentido de comunidad.

Sin embargo, todavía había cierta resistencia a mostrar una película que a pesar de ser vívida, fuerte y por momentos divertida, tiene una visión reveladora sobre la pobreza en las ciudades.

El director de la cinta, Mathieu Kassovitz, dijo que no había motivos para preocuparse y que la película se exhibiría «no para llevar al caos, sino para aumentar la consciencia».

Kassovitz, quien era un veinteañero cuando hizo «El odio», dijo que entendía el enojo de los jóvenes en los disturbios que robaron e incendiaron tiendas en Londres y otras ciudades, pero agregó que no podrían ser llamados simplemente criminales.

«Hay un significado político detrás», dijo Kassovitz a desde Los Ángeles. «No haces semejantes disturbios sólo para conseguir un televisor de pantalla plana. Rompes las ventanas de las tiendas que representan las ventanas de la sociedad en la que vivimos».

Al final la proyección se realizó sin mayores problemas, acompañada de lecturas de poemas y presentaciones musicales. Densu dijo que planea tener otras funciones en Broadwater Farm, incluyendo otras de tonos diferentes como el musical «42nd Street» y la clásica «Casablanca».

«Es una película sobre el amor», dijo sobre la cinta protagonizada por Humphrey Bogart. «Aquí también amamos».