El alza de precios de los alimentos motivada por el incremento en los costos de producción y transporte a raíz del aumento en el precio del barril de petróleo, ha generado preocupación en diversos sectores de la sociedad guatemalteca.
En entrevista, el ex ministro de Agricultura, Edin Barrientos, señala que sobre la producción de granos básicos se cierne un grave problema, toda vez que unido a lo anterior, en Guatemala la producción de granos podría verse mermada porque habrá poca fertilización como consecuencia del precio.
-Pregunta: ¿Está cubierta la demanda de granos básicos hoy?
-Respuesta: En este momento hay un gran déficit de arroz y trigo, que generalmente han sido motivo de importaciones, pero el mercado mundial ahora mismo no tiene disponibilidades y por eso sube el precio, lo que se ve afectado por la capacidad de compra de los ciudadanos y entonces bajará el consumo y como consecuencia habrá un empeoramiento de la situación alimentario- nutricional.
-P: En época crisis, como en la actualidad, ¿los guatemaltecos hemos sido capaces de producir lo que consumimos?
-R: El mejor recuerdo que tengo es la crisis de 1974, año cuando el petróleo subió de US $2 a US $12, ese año tuvimos un déficit bastante grande porque los agricultores no tuvieron el dinero para la compra de fertilizantes; para ese entonces éramos 5 millones de habitantes, 600,000 productores de granos básicos siempre, y la misma tierra.
-P: Si el panorama es muy desalentador, ¿qué medidas debería tomar inmediatamente el gobierno?
-R: Siempre le hemos dicho a la gente, aquí se ofrece un programa de Q 400 millones para los granos básicos. El problema es que sólo para maíz, a producirse por pequeños productores, se requieren Q 969 millones de costos adicionales, eso dice que los Q 450 millones que tradicionalmente aportan los agricultores más los Q 400 millones que menciona el Gobierno ajustan Q 850 millones, ya ve usted un déficit de Q 119 millones, ahora agréguele al arroz, sorgo y frijol, de ahí parte la presunción que, como los pequeños agricultores tienen destinados del 100% de la producción un 70% al autoconsumo, ellos irán por el autoconsumo y los excedentes, un 30% será lo que haga falta.
-P: ¿Cómo debe actuar el ciudadano común y corriente?
-R: Aunque a mucha gente esto le provoca risas, aquí, como se dice, sólo hay un poder grande, el poder de nuestro Señor, debe evitarse la angustia por comprar más de lo que se puede, si no se tiene cuidado se corre el riesgo que se provoque escasez.
-P: ¿Qué papel están jugando las cooperativas y los pequeños y medianos productores en este momento?
-R: Las cooperativas en forma generalizada son entes organizados para fortalecer los procesos productivos y búsqueda de financiamiento, en este momento están sembrando y haciendo posible que los asociados reciban sus fertilizantes y semillas, así como servicios técnicos. En el caso de las cooperativas de servicios, están tratando que los productos vayan directamente de los productores a los consumidores, y tratando de participar activamente en el mercado de exportaciones de vegetales en fresco.
-P: El Gobierno debería intensificar la entrega de fertilizantes
-R: Bueno es lo que debe hacerse, pero recuerde que para este año el Congreso aprobó un presupuesto desfinanciado. El 4 de abril los diputados aprobaron el préstamo que servirá de fuente para financiar el programa de fertilizantes, pero ellos aprobaron financiamiento para un total de 1.4 millones de sacos y se necesitan por lo menos 9 millones de sacos.
-P: Es conveniente impulsar un subsidio para los fertilizantes tomando en cuenta que se ha incrementado en un 80% su costo
-R: Cuando se hizo el programa de fertilizantes en el año 2000 dio inicio un programa de subsidio directo a la producción de alimentos que garantizaría la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria de la nación; porque la crisis ya se veía venir. En aquel entonces, el saco de fertilizante se vendía al campesino en Q60. Lamentablemente, la miopía del Gobierno anterior, por no entender el programa, ni el Ejecutivo ni los congresistas, destruyeron el programa poniendo en riesgo ahora la seguridad alimentaria.
Lo mejor sería que se busque más financiamiento para cubrir este déficit, pero el financiamiento debe ser con recursos de captación de impuestos, pues la deuda de largo plazo, como se está haciendo con este presupuesto, nos limitará la capacidad de maniobra para los años subsiguientes y la tendencia es que cuando baja la tasa de crecimiento decrecen los impuestos y disminuye el gasto social para pagar el servicio de la deuda.