Barak contra su partido


Ehud Barak, ministro israelí­ de defensa. FOTO LA HORA: AFP GALI TIBBON

El ministro de Defensa israelí­, Ehud Barak, enfrentará hoy a su Partido Laborista cuando pida a esta organización de centro-izquierda profundamente dividida que apoye un acuerdo de coalición con un halcón de derecha, el primer ministro designado Benjamin Netanyahu.


Los mil 470 miembros del congreso laborista se reunirán en sesión extraordinaria durante la tarde en Tel Aviv para pronunciarse por voto secreto sobre este acuerdo firmado por Barak y Netanyahu, el jefe del partido Likud.

Se espera el resultado del voto alrededor del mediodí­a (hora de Guatemala).

Al menos siete de los 13 diputados del Partido Laborista (centro-izquierda) se niegan a apoyar a Netanyahu, y escribieron a este último advirtiéndole que no se considerarán vinculados por ese acuerdo de adhesión, sea cual fuere el resultado de la votación del congreso.

Por su parte, Ehud Barak, ministro saliente de Defensa, que conservarí­a su puesto en el gabinete de Netanyahu, defendió la alianza con el Likud.

«Gracias a ese acuerdo se obtuvieron éxitos excepcionales en los sectores económico y social, y se podrá continuar el proceso de paz», señaló su oficina en un comunicado.

«Nosotros podremos llevar a cabo negociaciones de paz serias respecto a toda la región», declaró un allegado de Barak, el ministro saliente de Agricultura, Shalom Simhon, a la radio militar.

Según los términos del acuerdo de coalición inicialado hoy de mañana, el Likud se compromete a continuar las negociaciones de paz con los palestinos y a respetar todos los acuerdos firmados por Israel en el pasado, de acuerdo con los medios de comunicación.

Luego de maratónicas negociaciones, Netanyahu y Barak, ambos ex primeros ministros, se pusieron de acuerdo también en luchar en favor del empleo y mejorar las condiciones que dan derecho a indemnizaciones de paro.

Según los medios de comunicación israelí­es, a cambio de su apoyo los laboristas obtendrí­an cinco ministerios (Defensa, Asuntos Sociales, Agricultura, Comercio e Industria, así­ como un ministro sin cartera), un puesto de viceministro y la presidencia de la importante Comisión Parlamentaria de Asuntos Exteriores y Defensa.

Barak tiene intenciones de nombrar personalmente a los titulares de esos puestos, sin reunir nuevamente al congreso laborista.

El lí­der laborista justificó su intención de unirse a la derecha debido al «interés superior del Estado», que enfrenta graves problemas económicos y de seguridad, y aseguró que quiere «crear un contrapeso a la extrema derecha» desde el interior.

En las elecciones legislativas del 10 de febrero pasado, el Partido Laborista obtuvo sólo 13 bancas en un total de 120 en la Knesset (parlamento unicameral), el peor resultado de su historia, y Barak afirmó en esa oportunidad que se unirí­a a la oposición.

Varios diputados de su partido se expresaron en contra de un acuerdo de coalición.

«Serí­a una maldición histórica para el partido (…). En las próximas legislativas, ya no podrí­a presentarse como una alternativa», declaró la diputada laborista Shelly Yecimovich a la radio pública.

Netanyahu ya dispone de la mayorí­a absoluta en la Knesset gracias al respaldo de las organizaciones religiosas y de extrema derecha, pero prefiere un gobierno ampliado que incluya al menos a los laboristas.