Barack Obama: Republicanos impiden recorte tributario


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Resulta inaceptable que algunos republicanos en el Congreso «mantengan secuestrados los recortes de impuestos de la clase media» porque no desean que las tasas tributarias aumenten para los ricos, dijo el sábado el presidente estadounidense Barack Obama.

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Por DAVID ESPO WASHINGTON / Agencia AP

En su mensaje semanal por radio e internet, Obama dijo que la familia promedio de clase media, de cuatro integrantes, podría pagar 2.200 dólares más en impuestos el próximo año después del precipicio fiscal. Agregó que los republicanos podrían dar a las familias «una sensación de seguridad rumbo a Año Nuevo» al ampliar los recortes de impuestos para la clase media.

En el mensaje republicano, el senador de Utah Orrin Hatch acusó a Obama de dar un «clásico ardid de gato por liebre al pueblo estadounidense», que equivale a un incremento del doble en los impuestos respecto del que había prometido en su campaña.

Hatch dijo que los demócratas impulsan una estrategia desastrosa.

PRESUPUESTO
Un mes antes de que se cumpla el plazo, las negociaciones entre el presidente Barack Obama y los republicanos para evitar que la economía se precipite a un abismo fiscal siguen en una etapa preparatoria. Las negociaciones importantes siguen estancadas mientras las partes siguen buscando cierta palanca política.

Así se llegue a un acuerdo o no, nada parece estar claro hasta que esté cercano el plazo de fin de año, cuando el aliciente de partir con motivo de las fiestas de fin de año agudice la mente de los negociadores.

«Hay un estancamiento. No nos engañemos», destacó el viernes el presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, de Ohio, cerrando una semana de teatro político por parte de un gobierno dividido. «En este momento no hemos llegado a ningún sitio», agregó.

El líder republicano habló mientras Obama casi se refería a los republicanos como los villanos sin corazón de los cuentos de Charles Dickens. Al no haber aprobado una extensión del recorte de impuestos a la clase media podría ser equivalente a un «trozo de carbón» de Navidad para millones de personas, destacó Obama en Hatfield, Pensilvania. «Es el aguafiestas de la Navidad», agregó el presidente recientemente reelegido, que afirma que tiene el mandato de los votantes para ampliar el actual gravamen para todo menos para los de mayores ingresos.

Boehner también se atribuye tener el mandato de los votantes después que los republicanos mantuvieron la mayoría de la Cámara de Representantes el 6 de noviembre. Sin embargo, el poder político del presidente de la cámara se ha debilitado, después de su anuncio post electoral de que el Partido Republicano pondría el asunto de los impuestos a los ingresos en la mesa de negociaciones. Su control parece haberse erosionado aún en las semanas que siguieron, después que algunos republicanos dijeron que podrían apoyar el plan tributario del presidente Obama bajo las circunstancias correctas.

«Aumento tributario, si el paquete incluye una importante reforma de los programas sociales que contribuyan de 4 a 6 billones de dólares (en reducción del déficit presupuestario) en un lapso de 10 años, yo podría votar por eso», señaló el viernes el representante saliente Steve LaTourette, de Ohio, a los periodistas. Su correligionario el representante Charles Bass hizo declaraciones parecidas.

Boehner se opone al aumento de los impuestos, sin embargo no se negó abiertamente durante la jornada. En cambio fue un paso que tomó el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, de Virginia. «No deseamos que se incrementen los impuestos, no vamos a aumentar los impuestos», afirmó.

Por su parte, los demócratas decidirán cuánto podrán ahorrar con recortes a los programas públicos como el seguro médico a los jubilados, Medicare; a los indigentes, Medicaid, y posiblemente a las pensiones del Seguro Social sin reducir los beneficios garantizados, algo que juraron no tocar al iniciar las negociaciones presupuestarias.

Obama trata de obtener mayores ingresos para ayudar a los desempleados, a los propietarios de viviendas cuya propiedad ha declinado a un menor valor del monto de sus hipotecas, a los médicos que tratan pacientes bajo el seguro de salud pública Medicare y a los asalariados.

A su vez el presidente reduciría un monto no especificado este año y haría ahorros de hasta 400.000 millones de dólares a Medicare y otros programas sociales en el 2013.

Los republicanos dijeron que les sorprendía el plan y los demócratas se preguntaron en voz alta por qué.

«Cada bando debe someter una cuota inicial. Ya lo hemos hecho. Nuestras preferencias son los ingresos. ¿Cuáles son las de ellos?, se preguntó el senador demócrata Chuck Schumer.

SECRETARIO DE DEFENSA
Anuncio en diciembre

El presidente Barack Obama podría nombrar a su próximo secretario de defensa en diciembre, más pronto de lo previsto y quizás lo haga en un gran anuncio conjuntamente con su designación para la Secretaría de Estado, dijeron varios altos funcionarios del gobierno a The Associated Press.

Las designaciones, que serían decididas por Obama al mismo tiempo con un nuevo jefe para la Agencia Central de Inteligencia (CIA), serán vistas tanto por aliados como enemigos de Estados Unidos como un indicio de la manera en que guiará su política de seguridad nacional en su segundo mandato. Todas las selecciones tienen que ser confirmadas por el Senado, lo cual de por sí constituye un factor importante en sus decisiones.

Los principales nombres que se barajan para la Secretaría de Defensa son el ex senador republicano Chuck Hagel, de Nebraska; el subsecretario de defensa Ashton Carter, la ex principal funcionaria del Pentágono Michele Flournoy y el senador demócrata John Kerry de Massachusetts. Se considera que Kerry aspira más a ser el titular del Departamento de Estado.

Aunque Obama aún no ha tomado decisiones finales sobre las vacantes de su gabinete, los anuncios podrían tener lugar la próxima semana.

El secretario de Defensa, Leon Panetta, ha dejado claro que no pretende quedarse para un segundo mandato pero en ningún momento ha abordado el tema de su partida públicamente, que muchos han pensado podría ser en el transcurso del 2013. Sin embargo, Obama ha pensado en el reemplazo de Panetta con mucha antelación, con la ayuda de una lista de fuertes candidatos, dijeron los funcionarios.

Un alto funcionario dijo que se espera que Panetta continúe en el cargo por lo menos hasta la ceremonia de juramentación de Obama el 21 de enero, otra señal de que el presidente nombrará pronto a su nuevo titular de defensa. Los funcionarios hablaron a condición de mantenerse anónimos por no tener autorización para comentar los asuntos internos de la Casa Blanca.

Empero, la mayor atención política se ha centrado en el titular de la diplomacia estadounidense, la Secretaría de Estado.

Se cree que Obama nombrará a Kerry o a la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas Susan Rice, y el presidente mantiene sus consideraciones para la selección con tanta reserva que incluso los miembros de su círculo más íntimo se preguntan entre sí cual será su decisión. La secretaria de estado Hillary Rodham Clinton anunció sus planes de dejar el cargo y espera hacerlo pronto.

La Casa Blanca estudia la posibilidad de hacer un anuncio conjunto de ambas secretarías si todas las condiciones llegan a convergir.

El presidente desea seleccionar a nominados que no sólo reúnan las credenciales apropiadas, dijeron los funcionarios, sino que sus estilos y filosofía armonicen con los otros miembros del gabinete que tendrán carteras que se entrelazan.

Para el cargo del Departamento de Estado, Obama tiene estrechos vínculos con ambos candidatos, Rice es su amiga cercana y sus colaboradores señalan que está a tono con ella en lo que se refiere a política exterior. Kerry le dio su respaldo a Obama desde el inicio de su candidatura presidencial en el 2008, es un valioso enviado al extranjero, fue una ayuda en su intento de reelección y un aspirante para ser su primer secretario de estado.

Un factor considerable en la decisión de Obama es cuánto capital inicial tendrá que emplear en el esfuerzo de la confirmación. Mientras Kerry tiene el respaldo de sus colegas del Senado, Rice ha sido objeto de críticas por parte de los republicanos a causa de la versión inicial que expuso sobre el ataque al consulado de Bengasi, Libia el 11 de septiembre, que le costó la vida a cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador Chris Stevens.