Baño de multitudes


Cierre. Daniel Ortega (D), ex presidente y actual candidato a la presidencia nicaragí¼ense, y su esposa Rosario Murillo, saludan al público, en el cierre de su campaña presidencial.

Decenas de miles de nicaragí¼enses desafiaron a la lluvia para arropar al candidato sandinista Daniel Ortega anoche en Managua, en el cierre de campaña de las elecciones presidenciales que se celebran el domingo.


«Daniel se la va a llevar, es el único que ve por los pobres», asegura Rosa Linares mientras esperaba la caravana del candidato sandinista en la pista Juan Pablo II, que recorre la capital de este a oeste.

«Hay que darle una oportunidad para que gane, pero Estados Unidos mucho influye. No nos deja en libertad de votar», razona Linares que será presidenta de una Junta Receptora de Voto (JRV) el domingo.

La pertinaz lluvia no logró disuadir a centenas de familias con niños que esperaron hasta dos horas en las aceras el paso de la caravana de Ortega ni a los miles de adolescentes encaramados en techos de autobuses y automóviles enarbolando las antiguas banderas rojinegras del sandinismo y las actuales rosa chicle del ’danielismo’ en el último peregrinaje del candidato presidencial en busca del voto.

Fuegos artificiales, bocinazos y el pegadizo himno de la campaña, una adaptación del ’Dale una oportunidad a la paz» de John Lennon, amenizaron la larga espera ya entrada la noche en medio de un atasco monumental, sobrevolado por el helicóptero utilizado por el candidato en sus desplazamientos al interior del paí­s.

La puesta en escena incluyó un paseo imperial de decenas de motos con la bandera sandinista precediendo a distancia el 4×4 Mercedes Benz gris desde el que Daniel Ortega y la ’compañera’ Rosario Murillo repartí­an saludos y sonrisas y recordaban la «V» de la victoria o, lo que es lo mismo, el número 2 de su casilla electoral, que puede convertirse en su pasaporte a la Presidencia el domingo.

El ex gobernante, que aspira por cuarta vez a la silla presidencial por el izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), es favorito en los sondeos de opinión, aunque en las encuestas no alcanza el mí­nimo requerido de 35% de votos para ganar en primera vuelta.

«Eso de que va a haber guerra y servicio militar es una mentira (difundida) por los otros candidatos para que no votemos por el comandante. Yo no tengo miedo, voy a votar por él», dijo a la AFP, Manuel Garcí­a, de 18 años.

Garcí­a que trabaja por su cuenta como electricista asegura que si gana Ortega va a cumplir su «sueño de estudiar ingenierí­a electrónica, porque va haber oportunidad de ir a la universidad».

Y es que Ortega promete que si gana las elecciones «desaparecerá el desempleo, el analfabetismo y tendremos a un pueblo culto, desarrollándose con el conocimiento».

El sandinista no dudó en apelar a la «memoria de su madre» para jurar que si gana no perseguirá a sus adversarios y respetará las remesas que los emigrantes nicaragí¼enses enví­an a sus paupérrimos familiares.

«Que tengan la seguridad nuestros adversarios, los que han lanzado estas campañas de difamaciones, campañas sucias, los que han tratado de denigrarnos, de enlodarnos, que llegando al gobierno no le vamos a responder de la misma forma», dijo Ortega, tratando de disipar el temor de una población confundida por el cruce de acusaciones de los cinco candidatos en liza en los últimos dí­as.

Desde la medianoche del jueves y hasta el domingo rige un silencio electoral en el que está prohibida toda propaganda polí­tica a través de los medios de comunicación, que pasan a estar bajo control del tribunal electoral. También están prohibidas las manifestaciones públicas o difusión de sondeos.

En las elecciones del domingo, los cerca de tres millones de nicaragí¼enses convocados a las urnas, además de elegir presidente, renovarán los 90 escaños de la Asamblea Nacional y elegirán a los 20 representantes del Parlamento Centroamericano (Parlacen).

Desmiente injerencia

El vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, desmintió las denuncias de una injerencia por parte del gobierno venezolano en las elecciones presidenciales de Nicaragua del próximo domingo, reportó la agencia estatal ABN.

El número dos del gobierno del presidente Hugo Chávez denunció que, en cambio, Washington practica una «injerencia notable, franca, desmedida, descomunal, atropellante».

Estados Unidos «ya dice que de triunfar en ese paí­s (el ex presidente sandinista) Daniel Ortega, bloquearí­an a esa nación» centroamericana, señaló en declaraciones emitidas anoche el vicepresidente venezolano.

Rangel dijo que el gobierno del presidente George W. Bush busca «desacreditar el papel de Venezuela a escala regional».

El candidato a la presidencia de Nicaragua por el disidente Movimiento de Renovación Sandinista (MRS, izquierda), Edmundo Jarquí­n, ha llamado a rechazar «injerencias» de Estados Unidos y de Venezuela en las elecciones.

Jarquí­n -rival del candidato favorito en los sondeos, Ortega-, afirma que representantes estadounidenses y venezolanos han ejercido cierta injerencia en las campañas electorales de Nicaragua.

Eduardo Montealegre, candidato de la derechista Alianza Liberal Nicaragí¼ense (ALN) acusó el miércoles a Chávez de interferir con la venta de petróleo barato a las alcaldí­as controladas por los sandinistas.

«Es una participación directa por parte de Chávez para comprar voluntades para poner a su amigo (Ortega) en Nicaragua y poner un pie a tierra en Centroamérica, como ya lo hizo en Bolivia y trató de hacerlo en Perú y Ecuador», aseguró.