Un tribunal bengalí ordenó hoy al gobierno confiscar «inmediatamente» la propiedad del dueño de un edificio derrumbado, mientras miles de personas que exigían de viva voz la pena de muerte para el individuo, chocaron con la policía en un enfrentamiento que dejó un centenar de heridos.
SAVAR Agencia AP
Un panel de dos jueces del Tribunal Superior pidió además al banco central que congele los bienes de los propietarios de cinco talleres textiles en el edificio y que use el dinero para pagar los salarios y otros beneficios a sus trabajadores.
Poco antes la Policía había conducido ante el tribunal al propietario del edificio, Mohamed Sohel Rana, y los propietarios de las fábricas. Aunque la orden no lo indica, se sobreentendía que los salarios de las víctimas mortales serán abonados a sus familiares.
Murieron al menos 386 personas y 2 mil 500 escaparon con heridas cuando el edificio Rana Plaza, de ocho pisos, construido ilegalmente, se desplomó el 24 de abril. Según un cálculo hay un millar de desaparecidos, lo que indica que la cifra de muertes podría rondar los mil 400.
Fue el desastre más mortífero en la industria textil de Bangladesh, que abastece a cadenas mundiales de ropa en un negocio que mueve unos 20 mil millones de dólares anuales.
Los trabajos de rescate han sido suspendidos y las autoridades están empleando maquinaria pesada para despejar bloques de concreto y llegar a la planta baja, donde se cree se hallarán muchos más cadáveres.
Hoy se produjeron choques entre miles de trabajadores textiles y la Policía en Savar, reportó la agencia United News of Bangladesh.
La agencia bengalí dijo que la Policía cargó con sus machetes cuando los manifestantes, que exigían la pena de muerte para Rana y noticias sobre los desaparecidos, intentaron romper el cordón de seguridad en torno de los restos del edificio desplomado. Agregó que por lo menos 22 de los heridos fueron hospitalizados. Los manifestantes también dañaron por lo menos 20 vehículos en la zona.
Poco antes, el público había aguardado pacientemente en el lugar del accidente a la espera de noticias sobre sus familiares desaparecidos, exhibiendo sus fotos y documentos de identidad mientras observaban la evolución de las grúas. Los trabajadores con cascos usaban taladros para reducir los bloques de escombros a tamaño manejable.
Ratna Akhtar, que buscaba a su marido desaparecido, lloraba: «Devuélvanme a mi marido. Por lo menos quiero ver su cadáver si no está vivo».
La mayoría de los cadáveres han sido entregados a sus familiares excepto 49 que permanecen en la morgue del Hospital del Colegio Médico de Dhaka para su identificación.
Ayer, un juez dio a la Policía 15 días para interrogar a Rana, el propietario del edificio. Fue arrestado el domingo en un pueblo fronterizo cuando intentaba huir a la India. Es interrogado por negligencia y construcción ilegal. Rana tenía permiso para construir un edificio de cinco pisos pero agregó otros tres ilegalmente.