La capital tailandesa era escenario hoy de numerosos incendios y actos de violencia callejera que el gobierno no lograba controlar, tras un asalto militar al campamento de los «camisas rojas» que dejó seis muertos y condujo a la rendición de los líderes de la protesta.
La Bolsa de Bangkok, varios centros comerciales, entre ellos el gigantesco Central World y sus tiendas de lujo, así como los locales de un canal de televisión con 100 personas en su interior, ardían a última hora de la tarde, según los bomberos.
Columnas de humo, provocadas también por innumerables neumáticos en llamas, se alzaban por todas partes.
El gobierno reconoció que algunas zonas de la ciudad estaban todavía fuera de su control, al tiempo que el ejército prometía «ocuparse de los que provocan los disturbios».
Las autoridades decretaron un toque de queda en Bangkok y en 23 provincias del país, desde las 20H00 locales (13H00 GMT) hasta las 06H00 del jueves.
«Esta noche volverá a ser una nueva noche de sufrimiento», declaró el portavoz del Gobierno, Panitan Wattanayagorn.
Una unidad de élite de la policía recibió la autorización para disparar contra los saqueadores y los agitadores.
Todos los canales de televisión pasaron a difundir programas bajo el control del gobierno.
La violencia se apoderó también del noreste del país, una región agrícola y pobre de donde son originarios muchos de los «camisas rojas». El gobierno anunció haber extendido el estado de emergencia, que facilita el control de las manifestaciones, a dos provincias cercanas a la frontera con Laos: Kalasin y Mudkahan.
En la misma región, miles de manifestantes incendiaron la sede del gobierno de la provincia de Udon Thani, informó el gobernador Amnat Pagarat, asegurando que el ejército había retomado el control.
La operación militar para desalojar el elegante barrio turístico y comercial de Bangkok que los manifestantes ocupaban hacía desde semanas comenzó a primera hora de la mañana. El ejército envió tanques y a cientos de soldados a la zona roja tras abrir una brecha en una barricada de neumáticos, bambús y alambrado.
Tras dos meses de manifestaciones, al principio pacíficas y luego salpicadas por incidentes violentos y varias sesiones de infructuosas negociaciones, el ejército logró, en apenas unas horas, neutralizar la zona y forzar a los líderes del movimiento a renunciar.
En los enfrentamientos murieron al menos seis personas, entre ellos un fotógrafo italiano, Fabio Polenghi, que recibió una bala en el corazón y otra en el abdomen, según los servicios de urgencias.
Un total de 58 personas resultaron heridas, en ellas al menos otros dos periodistas, un holandés y un canadiense.
Los líderes de los manifestantes, que reclamaban la dimisión del primer ministro Abhisit Vejjajiva, anunciaron poco después de las 13H00 (06H00 GMT) que se entregaban a las autoridades, en una intervención cargada de emoción en el estrado instalado en el corazón de la zona roja.
«Vamos a canjear nuestra libertad por vuestra seguridad. Hicimos todo lo que pudimos. Le pido a todo el mundo que vuelva a su casa», afirmó uno de los líderes, Nattawut Saikua.
Al menos uno de los dirigentes de la protesta huyó. Otros se entregaron a la policía nacional, mientras los manifestantes se disponían a abandonar el campamento opositor.
Las autoridades habían puesto fin durante la noche a las perspectivas de reanudación de las negociaciones, que algunos senadores trataron de reactivar hasta el último momento.
Las últimas conversaciones oficiales se rompieron hace una semana, cuando el primer ministro anuló su propuesta de organizar elecciones anticipadas a mediados de noviembre, exasperado por las exigencias cada vez mayores de los «camisas rojas».
Desde el inicio de la crisis a mediados de marzo, 74 personas murieron y más de 1.700 resultaron heridas en los enfrentamientos.
Las autoridades tailandesas impusieron el toque de queda a partir de las ocho de la noche de hoy en Bangkok y en 23 provincias del país, al término de una operación militar contra el barrio de la capital ocupado por los «camisas rojas», anunció el gobierno.
El Centro para la Resolución de Situaciones de Emergencia anunció en un comunicado haber «impuesto el toque de queda en 23 provincias más desde las ocho de la noche hasta las seis de la mañana».
Anteriormente, un portavoz militar, el general Prawit Wongsuwon, declaró a la AFP que se impondría el toque de queda en Bangkok hasta las 6:00 horas de mañana y se instalarían puestos de control en toda la capital.