La poesía y el rock vuelven a ser una sola expresión y esta vez para rendir homenaje al escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti, quien hace un año partió hacia el inapelable encuentro con la muerte dejándole al mundo más de ochenta obras literarias.
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Hasta ahora la poesía de Benedetti ha sido cantada por autores como Joan Manuel Serrat, Daniel Viglietti, Nacha Guevara, Luis Pastor; sin embargo, será en Guatemala dónde se escribirá una nueva página en la historia de los homenajes al sensible escritor latinoamericano.
«Por qué cantamos», es el nombre del concierto en el que cuatro bandas guatemaltecas de rock interpretarán los poemas del autor de «Te quiero», «Corazón coraza», «Chau número tres» y cientos de versos más.
Las bandas que musicalizaron los poemas de Benedetti son: Departamento de Kejas, Zapato Roto, Supersónicos y Metamorfóbica; aunque cada una tiene un estilo muy particular de interpretar el género, todas coinciden con la necesidad de llevar a cabo este evento cultural sin precedentes.
¿POR QUí‰ CANTAN?
Un breve acercamiento con algunos de los artistas que unieron esfuerzos para musicalizar el trabajo del poeta uruguayo y presentarlo en este Tributo único y sin precedentes muestra el compromiso y la proyección de estas jóvenes bandas de rock nacional.
«Hay cierta responsabilidad, si no social al menos personal, de presentar y de decir algo de lo que se vive, piensa, siente. La letra de una canción no es un accesorio, es un arte en sí misma y un medio para decir algo pública y masivamente. Vaya si no vale leer poesía, yo no leo mucha poesía, pero si la escucho mucha», explica Alan Pérez; baterista del Departamento de Kejas respecto a los motivos del Tributo.
Juan Alberto Rodas, percusionista de Zapato Roto cuenta que en cuanto vieron la convocatoria para empezar a trabajar en el tributo sintieron la necesidad de ir: «Benedetti tiene un mensaje para el mundo y sentimos que era justo. Sentimos que se lo debíamos. Además nos encanto la idea».
El músico añade que tanto la poesía como la música siempre han estado ligadas: «la idea de que nos regalaran la letra de una canción y esta fuera una encomienda de Don Mario Benedetti hacia nosotros nos hizo sentirnos verdaderamente honrados», comenta.
Edgar Tobías, guitarrista de Metamorfóbica comenta que su banda participa en el Tributo por el amor al arte y el reto que esto conlleva: «Primero rendir homenaje a este gran poeta cuya oportunidad de musicalizar uno de sus cientos de escritos es simplemente una experiencia única».
Julio Rodas, Vocalista y Guitarrista de Zapato Roto, refirió que estas actividades no son comunes en el país y que «todo el arte que es conocido actualmente es puramente comercial y esto ha llevado a los músicos a rechazar el arte de verdad, además, últimamente a surgido un movimiento de rock al que solamente le interesa vender: al finalizar cada concierto no hay ningún mensaje. Si los músicos no apoyan este tipo de eventos simplemente la gente tampoco lo hará», explica.
LA CITA
«Cantamos porque creemos en la gente y porque venceremos la derrota. Cantamos porque llueve sobre el surco y somos militantes de la vida y porque no podemos ni queremos dejar que la canción se haga ceniza», es el verso que conceptualiza el Tributo.
«Por qué cantamos» se realizará mañana sábado 15 de mayo desde las 19 horas en el Bar Bad Atittude (4 calle 5-10 de la zona 1), la entrada no tiene ningún costo.
Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia nació en Paso de los Toros, Uruguay, el 14 de septiembre de 1920. Comenzó a escribir poemas y cuentos desde sus primeros años de primaria. Los problemas económicos de su familia y su país hicieron que pronto tuviera que dedicarse al trabajo, de manera que sólo pudo completar sus estudios secundarios.
En 1949 publicó su primer libro de cuentos, «Esta mañana», y un año más tarde, los poemas de «Sólo mientras tanto». En 1953 el mundo conoció su primera novela: «Quién de nosotros». Entre 1954 y 1960 ocupó tres veces la dirección literaria de Marcha, la revista más influyente de la vida política y cultural de su país; clausurada en noviembre de 1974.
Fue galardonado en 1999 con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y en 2005 con el Internacional Menéndez Pelayo. El autor abordó todos los géneros literarios, en los cuales reflejó una mirada crítica que le llevaría al exilio y a ser un firme detractor de la política exterior de Estados Unidos hasta el final de sus días. El 17 de mayo de 2009 falleció en Montevideo.