Bandas de criminales amenazan a los migrantes indocumentados


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La frontera suroccidental de San Marcos se torna insegura para el paso de las y los migrantes por el surgimiento de más bandas delincuenciales que se dedican a extorsionar y secuestrar en grupo a las personas que viajan con rumbo al Norte, expresó el director de la Casa del Migrante, en Ciudad Tecún Umán, Ademar Barilli.

Por Erasmo González
SAN MARCOS / Agencia CERIGUA

Las pandillas que operan en el área están formadas por individuos que no son guatemaltecos ni pobladores de la región, sino que proceden de México, especí­ficamente de la frontera norte con los Estados Unidos, pero que se han instalado en la norteña localidad guatemalteca y otros lugares de Centroamérica para cometer hechos de violencia, explicó Barilli.

Hasta hace poco estas actividades eran poco frecuentes en la franja fronteriza del lugar,  pero atribuido a la precaria situación económica que afecta a la población, por la falta de trabajo y de un salario digno, muchas personas han encontrado en el secuestro y la extorsión, una forma fácil de ganar dinero, destacó el representante.

La situación de las y los migrantes empeora durante su recorrido por territorio mexicano, porque hay autoridades involucradas en la violación a sus derechos, las que se encargan de capturarlos y entregarlos a los secuestradores, como lo demuestran los testimonios y las denuncias de los afectados, aseguró el religioso.

A pesar de los grandes riesgos a los que se exponen durante su travesí­a en busca de mejores condiciones de vida, la afluencia de migrantes continúa, con tendencia a incrementarse, debido a la pobreza, que afecta a la población, dijo el entrevistado.

Barilli apuntó que las instituciones del Estado guatemalteco, principalmente las próximas autoridades gubernamentales, que tendrán la responsabilidad de dirigir los destinos de Guatemala, deben intervenir y la búsqueda de una solución al problema migratorio, con el fin de evitar la fuga de la fuerza laboral, tomando en cuenta que el 65 por ciento de los migrantes son jóvenes de 18 a 25 años.