El Banco Central Europeo (BCE) adjudicó este jueves préstamos a seis días por 111.200 millones de euros (136.700 millones de dólares) a bancos de la Eurozona, en el marco de una operación especial de refinanciación para que éstos puedan reembolsarle un préstamo récord contraído hace un año.
En total, 78 bancos pidieron liquidez a una tasa de interés de 1%, según el detalle difundido por la institución con sede en Fráncfort (oeste de Alemania).
Un año atrás, 1.121 bancos de la Eurozona habían pedido prestado más de 442.000 millones de euros al BCE a una tasa fija de 1%, un récord en la historia de la institución monetaria europea para una sola operación.
Para evitar que ese reembolso masivo provoque unaa falta de liquidez, el BCE ya había acordado ayer préstamos a tres meses por un monto de 132 mil millones de euros.
El vencimiento del gigantesco préstamo es considerado en su conjunto como una prueba crucial de la solidez del sistema bancario.
Muchas entidades bancarias siguen en una frágil situación, en particular en los países con graves problemas presupuestarios como Grecia, España, Portugal o Irlanda.
Los bancos de estos países de la Eurozona, que tienen dificultades para refinanciarse en el mercado interbancario, son considerados como muy dependientes del BCE.
Para el economista Klaus Baader, de la Société Générale, una de las conclusiones que se puede sacar es que «el sector bancario de la zona euro no está tan falto de liquidez como parecía».
En total, los bancos pidieron préstamos por algo más de 243.000 millones de euros para las dos operaciones, un monto «correspondiente a las estimaciones iniciales», según el experto Luca Cazzulani, de UniCredit.
Una reciente nota del Royal Bank of Scotland hablaba de un monto récord superior a 250.000 millones de dólares de refinanciación sólo para la operación a tres meses.
El excedente de liquidez en el mercado sigue siendo confortable, explicó Cazzulani, señalando que es suficiente para contener las tasas interbancarias muy por debajo de la tasa de refinanciamiento del BCE, establecida en 1% desde mayo de 2009.
El resultado de la operación debería alentar al BCE a seguir sus esfuerzos para reducir la dependencia de los bancos.
Poner a disposición fondos ilimitados puede tener efectos perversos para los establecimientos bancarios y los gobiernos, porque hace planear la tentación de alimentarse de liquidez con facilidad sin necesidad de recurrir a reestructuraciones necesarias, subrayó la experta Elga Bartsch, de Morgan Stanley.
Pero habrá que esperar la publicación de los resultados de las pruebas de resistencia de los bancos europeos, previstos para julio, para saber más sobre la solidez del sector, estiman los expertos, en particular dónde están situados los establecimientos más vulnerables.
El martes, la ministra española de Economía, Elena Salgado, se mostró favorable a la publicación «inmediata» de esas pruebas, precisando que hará una propuesta en ese sentido en la reunión del Ecofin (ministros europeos de Finanzas) del 13 de julio.