El banco central de China prometió implementar este año políticas que apoyen a los empresarios, pero dijo que seguirá manteniendo una política monetaria prudente en medio de las complejas condiciones mundiales y las presiones inflacionarias.
El anuncio, después de una conferencia de planificación del gobierno el fin de semana, fue hecho mientras Beijing promete canalizar préstamos a los empresarios, quienes pasan diversas tribulaciones, como una demanda mundial declinante, la inflación interna y el aumento de los costos de vivienda.
China restringió los préstamos e inversiones el año pasado para enfriar una economía recalentada, pero ha revertido su dirección en meses recientes después de un descenso en la demanda mundial que ha afectado a los exportadores y ha provocado la pérdida de empleos, amenazando con alimentar el descontento social.
La conferencia del fin de semana, realizada para hacer planes para el sector financiero durante los próximos cinco años, terminó sin que se anunciaran grandes iniciativas de reforma.
Los analistas dicen que la banca china, de propiedad estatal y que en su mayoría se enfoca en otorgar préstamos a empresas del gobierno, debe orientarse más al mercado para apoyar a los empresarios, que están creando la mayoría de los empleos nuevos del país y la riqueza.
Dijeron esperar pocos cambios importantes de la reunión del fin de semana, debido a la falta de acuerdo en el Partido Comunista, así como entre los reguladores.
El Banco Popular de China (central) prometió fomentar la «economía real», especialmente el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas del país, pero dijo que mantendrá una política monetaria prudente.