El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, concluyó el domingo su visita a Colombia con un recorrido por Soacha, un barrio pobre capitalino en el que hace tres años se descubrió que el ejército asesinó a 11 hombres y después los presentó como delincuentes muertos en combate.
SOACHA / Agencia AP
Ban se reunió con líderes comunitarios e inauguró una escuela en esta empobrecida población de un poco más de 460.000 habitantes, muchos de ellos desplazados por la violencia.
«Soacha representa todos los problemas que Colombia tiene…: violencia, pobreza, desigualdad», señaló.
El diplomático, que el lunes cumple 67 años, evocó su infancia y dijo que fue peor «que la que se vive acá» porque «era un desplazado; perdimos la casa, no había agua».
Recordó que estuvo en una escuela sin aulas y que «estudiábamos sentados en el suelo… y cuando llovía necesitábamos un refugio».
Por eso, afirmó el secretario general, «mi corazón siempre está al lado de los más pobres, de los más vulnerables». Las Naciones Unidas, resaltó, también hace lo propio.
Antes de partir de Soacha, Ban escribió en un mural que pintaron los niños de la escuela por él inaugurada: «Â¡Ustedes son el futuro de Colombia!».
El diplomático continuará el domingo su gira por la región, que incluye Argentina, Uruguay y Brasil.
En una entrevista publicada ese día por el diario El Tiempo, Ban calificó las ejecuciones extrajudiciales de civiles o «falsos positivos» —así se denomina en Colombia está práctica— como «fechorías del pasado». Señaló que hay que asegurarse «de que nunca se repitan esos hechos».
Afirmó que con la recién sancionada Ley de Víctimas, los colombianos «tienen una buena oportunidad de encarar todas esas fechorías del pasado, a través de un proceso de establecimiento de responsabilidades».
Precisó que es necesario «fortalecer el sistema judicial, proteger a jueces, fiscales y oficiales de seguridad» para aclarar estas prácticas.
Al ser consultado por el rotativo por qué aspira a ser reelegido como secretario general de la ONU por cinco años más, Ban respondió: «Tenemos que encarar el cambio climático, sacar a miles de millones de personas de la pobreza y promover la igualdad de género y preparar a las nuevas generaciones para que tengan de verdad una oportunidad decente».
Esos «son retos formidables y me siento listo para servirle a esta organización si los miembros así lo deciden», enfatizó. «Si me dan un segundo mandato estaría más motivado, más comprometido a trabajar todavía más duro para lograr todos estos objetivos».
La víspera, en el puerto caribeño de Cartagena de Indias, a 650 kilómetros al norte de Bogotá, el presidente Juan Manuel Santos dijo que Ban «merece con creces» ser reelegido en el cargo, e insistió en que Colombia se pondrá en la tarea de que Sudamérica apoye la aspiración del surcoreano.
El mandatario sancionó el viernes en presencia de Ban la Ley de Víctimas, con la que se pretende el resarcimiento de por lo menos cuatro millones de personas que han sido afectadas por la violencia que por décadas ha azotado a este país.
Ban dijo en Soacha que la ley tiene el apoyo de la ONU y es el «camino para la reconciliación, la paz y la justicia» en Colombia.