Baldizón, «los mismos» y «los diferentes»


Luis_Enrique_Prez_nueva

Recientemente el candidato presidencial Manuel Baldizón anunció, durante un jubiloso espectáculo publicitario, que su partido, Libertad Democrática Renovada, se habí­a aliado con trece partidos. La alianza se denominó “Gran Cruzada Nacional”. Recordé que él, en mensajes publicitarios, ha predicado que, en nuestro paí­s, es necesario un “cambio”; pero ha advertido que ese cambio no puede ser obra de “los mismos”. Colí­gese que, según él, tiene que ser obra de “los diferentes”.

Luis Enrique Pérez

 


Podí­a esperarse, entonces, que la anunciada alianza partidaria fuera una demostración preliminar de la intención de promover aquel “cambio” únicamente con “los diferentes”. Es decir, podí­a esperarse que quienes representaban a cada uno de los trece partidos polí­ticos aliados, no pertenecieran a la clase de “los mismos”. Empero, la mayorí­a de polí­ticos que representaban a los partidos aliados pertenecí­an precisamente a esa clase. Y algunos eran tan genuinamente “los mismos”, que podí­an reclamar una “mismidad” que fuera ya objeto de un prolijo capí­tulo de la historiagrafí­a nacional.
    Opino que son “los mismos”, por ejemplo, Mario Estrada, de Unión del Cambio Nacional, Secretario de Desarrollo Social durante del gobierno de Alfonso Portillo; Rigoberta Menchú, del partido Winaq, embajadora “de buena voluntad” durante el gobierno de í“scar Berger; Manuel Conde, del partido Unión Democrática, Presidente de la Comisión de Paz durante el gobierno de Jorge Serrano Elí­as; Pablo Monsanto, o Jorge Soto, fundador y miembro dirigente de la coalición guerrillera Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, y fundador del partido Alianza Nueva Nación; Jaime Martí­nez Lohayza, Secretario General de Gran Alianza Nacional, dos veces diputado, y diputado reelecto en la pasada elección del 11 de septiembre;  Jairo Flores, Director del Fondo Nacional para la Paz durante la actual administración gubernamental, y electo Secretario General del partido oficial, Unidad Nacional de la Esperanza, en enero del presente año; y Luis Fernando Pérez, diputado y Secretario General del Frente Republicano Guatemalteco. En el espectáculo publicitario durante el cual fue anunciada la Gran Cruzada Nacional, se exhibieron otros personajes polí­ticos que pertenecen a la clase de “los mismos”. Aludo, por ejemplo, al diputado Baudilio Hichos, de Unión del Cambio Nacional; y a Mario Rivera, del Frente Republicano Guatemalteco. Por supuesto, la señora Raquel Blandón, candidata vicepresidencial que acompaña al candidato presidencial Manuel Baldizón, también pertenece a la clase de “los mismos”.
    No es mi propósito dictaminar, abusivamente, que quienes pertenecen a la clase de “los mismos” necesariamente son “malos”, o que quienes pertenecen a la clase de “los diferentes” necesariamente son “buenos”. Sólo afirmo que el partido del candidato Baldizón se ha aliado con partidos polí­ticos cuya dirigencia pertenece a la clase de “los mismos”. Conjeturo que se alió con ellos porque desistió de promover un “cambio” con “los diferentes”, o porque, con el fin de multiplicar las alianzas partidarias, no le importó acudir a “los mismos”, o porque repentinamente descubrió una milagrosa identidad entre “los mismos” y “los diferentes”.
    Post scriptum.  En el actual proceso electoral, ¿hay polí­ticos que puedan reclamar pertenencia a la clase de “los diferentes”? Creo que los hay. Uno de ellos es el  excandidato a la alcaldí­a de la ciudad capital, Alejandro Sinibaldi, cuya potencialidad polí­tica puede aprovechar el candidato presidencial Otto Pérez Molina.