Bajo presión


¡Hasta dónde! La policí­a de Hamburgo debió clausurar una casa en esa localidad, ya que se descubrió rastros de polonio, sustancia que causó la muerte del ex espí­a ruso Litvinenko. La Policí­a cree que hay relación del envenenamiento con este rastro en Hamburgo.

La investigación sobre la muerte del ex espí­a Alexander Litvinenko aumenta la presión sobre los testigos rusos Andrei Lugovoi, a quien Scotland Yard interroga el lunes en Moscú, y Dmitri Kovtoun, sospechoso en Alemania.


Según las agencias rusas Interfax e Itar-Tass, que citan a «fuentes próximas a la investigación», el interrogatorio de Lugovoi comenzó el lunes en un hospital de Moscú, donde «los responsables de la fiscalí­a rusa le hacen preguntas en presencia de investigadores británicos».

Horas antes, Lugovoi reiteró que no veí­a impedimentos para conversar con los investigadores británicos.

«Me siento bien. Los médicos no se oponen a que me reúna con los investigadores», declaró a Itar-Tass.

Desde el miércoles, Lugovoi manifiesta a diario su disponibilidad de prestar declaración ante los investigadores británicos, pero por motivos que se ignoran, tal encuentro nunca habí­a tenido lugar.

Lugovoi y Kovtun se reunieron con Litvinenko en Londres el 1 de noviembre, justo antes de que este último comenzase a sentir los primeros sí­ntomas de su envenenamiento con polonio 210, una sustancia altamente radiactiva.

Según la fiscalí­a rusa, Kovtun, interrogado por Scotland Yard en Moscú el martes y el miércoles pasados, también sufre de contaminación radiactiva. La fiscalí­a rusa investiga por su parte un «intento de asesinato» de Kovtoun.

En Alemania, Kovtun es investigado por «importación ilegal y mal uso de productos radiactivos» tras el hallazgo de rastros de polonio 210 en varios lugares de ese paí­s por los que aparentemente pasó el empresario antes de viajar a Londres para reunirse con Litvinenko.

El diario ruso en internet Gazeta.ru deduce que «el cí­rculo de sospechosos se ha reducido» y que Kovtun, «atendido en un hospital en Moscú» por contaminación radiactiva, forma parte del mismo.

Según el experto militar independiente ruso Pavel Felgenhauer, «el caso Litvinenko llega a su fin».

Varios medios de comunicación rusos insistí­an el lunes en que estos dos hombres son considerados como sospechosos y no como simples testigos.

«Que yo sepa tienen el estatuto de testigos», comentó la fiscal Anna Pozdniakova.

Mientras los policí­as de Scotland Yard continúan su investigación en Moscú, los fiscales rusos se disponen a viajar a Londres para efectuar su propias pesquisas, según Interfax.

Una vez en Londres, los rusos solicitarán interrogar al multimillonario exiliado Boris Berezovski y al emisario independentista checheno Ajmed Zakayev, sostiene el Sunday Times.