La Junta Monetaria decidió en su última sesión reducir en 0.5 por ciento la tasa líder de interés, lo que según un experto, impacta en las operaciones financieras de corto plazo.
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La Junta Monetaria decidió bajar la Tasa de Interés Líder de 5.5 por ciento a 5 por ciento, el 27 de junio pasado, para lo cual, según indicó, tomó en consideración que los riesgos y las tensiones en los mercados financieros han aumentado significativamente en las últimas semanas, derivado, principalmente, de algunos acontecimientos que se observaron en Europa.
A nivel interno, la autoridad monetaria tomó en consideración que el desempeño del índice mensual de la actividad económica y del producto interno bruto trimestral “continúan mostrando niveles congruentes con el crecimiento económico previsto para 2012”, de entre 2.9 y 3.3 por ciento.
Según Carlos González, analista económico de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), se suele creer en algunos sectores de opinión y en algunos miembros de la Junta Monetaria que la Tasa de Interés Líder influye en la tasa de interés bancario, pero a su criterio el impacto es en las operaciones de corto plazo, es decir las que se realizan a uno o siete días.
Es decir, que a criterio de González, en las tasas de interés de los créditos, “los efectos siempre son más retardados y no son exactamente en la medida en que bajó la Tasa de Interés Líder”. En ese sentido, destacó que “en alguna proporción puede incidir pero no creo que sea antes de cinco o seis meses, porque depende de otra serie de factores”.
A este respecto, señaló que la Tasa de Interés Líder se utiliza para operaciones de corto plazo mientras las tasas de los créditos bancarios para periodos que en ocasiones superan un año o más, lo que implica que son para mediano y largo plazo, a lo que se debe agregar la combinación de riesgos que los bancos toman en consideración para otorgar un crédito.
En ese sentido, “la incidencia de movimientos de la tasa líder no se dan como causa y efecto de un día para otro”, destacó el experto, quien agregó que “hay alguna conexión pero mínima”.
Las causas que para el economista permitieron a la Junta Monetaria relajar en cierta medida esa variable, es que la tasa de inflación, actualmente de 3.47 por ciento al mes de junio, está dentro de la meta fijada por el Banco de Guatemala, que se ubica en una banda de 4.5 por ciento con una margen de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.
Esto no significa que algunos artículos no hayan aumentado de precio, destacó González, pero su impacto podría ser mínimo en el Índice de Precios al Consumidor.
Por tanto, considerando la variación del IPC, se tiene margen para bajar los 50 puntos básicos que la JM redujo a la Tasa de Interés Líder. Aunque para el experto esperaba que desde la reunión de abril se pudiera haber tomado esa decisión.
Carlos González
Asociación de Investigación y Estudios Sociales