Ante las elecciones legislativas del año entrante, los estadounidenses tienen una estima sorprendentemente baja del Congreso, y casi dos tercios desea el reemplazo de su legislador en la Cámara de Representantes, de acuerdo con una nueva encuesta.
Aun cuando los estadounidenses consideran que ha habido una pequeña mejora en la economía —y en sus finanzas personales— los funcionarios salidos de las urnas en Washington no se han beneficiado de este avance en el ánimo, según una encuesta de The Associated Press-GfK.
La aprobación del presidente Barack Obama alcanza un nivel negativo: 58% desaprueba el desempeño del mandatario, en tanto que 42% le da el visto bueno.
Sin embargo, Obama no puede volver a postularse en tanto que todas las 435 bancas de la Cámara de Representantes y un tercio de las del Senado estarán en disputa en noviembre próximo. Casi nueve de cada 10 adultos desaprueba el desempeño de los legisladores.
Las opiniones adversas hacia el Congreso no implican necesariamente un cambio importante en la balanza del poder en 2014 en la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, ni en el Senado, de mayoría demócrata.
Los demócratas necesitan ganar al menos 17 bancas netas para recuperar la mayoría en la Cámara Baja.
Sin embargo, debido a la solidez de liberales y conservadores en muchos distritos los legisladores actuales pueden resistir notables caídas en su popularidad sin perder sus bancas.
Los republicanos tienen confianza en ganar seis bancas para recuperar el control del Senado en lo que serían los últimos dos años de gobierno de Obama.
Respecto a uno de los temas legislativos importantes, la mayoría de los estadounidenses mantiene su apoyo a una opción que legalice a millones de inmigrantes que viven sin permiso en el país.
El Senado aprobó una iniciativa migratoria importante que prevé una vía para la legalización, pero la Cámara de Representantes ha dejado de lado este punto.
A pesar de las opiniones relativamente bajas hacia el Congreso y Obama, el ánimo nacional no es tan decaído como en octubre, cuando debido al estancamiento partidista el gobierno cerró parcialmente durante 16 días y hubo temores de un posible impago de la deuda.
Según la encuesta AP-GfK, aumentaron los estadounidenses a los que les parece que las cosas avanzan en la dirección correcta y que mejora la economía. Sin embargo, esta cifra es deficitaria: menos de 40%.
La aprobación del Congreso alcanzó 13% y la desaprobación 86% entre los adultos.
La desaprobación no conoció límites partidistas: alcanzó 86% entre los demócratas, 88% entre los republicanos y 84% entre los independientes.