Las fuerzas iraquíes y estadounidenses se disponían hoy a incrementar el control de Bagdad para terminar con la violencia religiosa que el fin de semana acabó con unas 200 vidas.
Mientras el ejército ultimaba el nuevo plan de seguridad para Bagdad, los insurgentes mataron al menos a 14 personas este lunes en todo el país, sobre todo en la capital.
Las fuerzas iraquíes intensificaron la seguridad en el este de Bagdad.
Los soldados y la guardia nacional iraquí se desplegaron en la principal carretera del este de Bagdad, que lleva al barrio chiíta de Ciudad Sadr, uno de los blancos favoritos de los insurgentes, añadió.
La guardia nacional se desplegó en varios puntos de esta vía con tanques y otros vehículos armados, así como en otros distritos.
Pero no se sabe si este despliegue es el comienzo de la puesta en marcha del nuevo plan de seguridad para la capital iraquí para tratar de acabar con la violencia religiosa.
Casi 17 mil personas murieron el año pasado en Bagdad, según la ONU.
En los distritos de Karrada, Rusafa, Mustansiriya, Adhamiya y Ciudad Sadr, en el este de Bagdad, se establecieron nuevos puntos de control.
En los principales puentes, los puestos militares estaban protegidos con tanques y alambre de espino y los soldados controlaban a los conductores.
Trece puentes cruzan el río Tigris, que divide en dos Bagdad, y algunos de ellos han sido cerrados al tráfico.
El acceso al barrio de Ciudad Sadr estaba controlado por una barrera controlada por soldados y policía.
Ciudad Sadr es el bastión del Ejército del Mahdi, una milicia acusada por el ejército de Estados Unidos de matar a sunitas en la capital.
El refuerzo de la seguridad tiene lugar después de que este fin de semana murieran 200 personas en una ola de atentados con bomba, más de la mitad de ellos en el este de Bagdad.
El ejército estadounidense no quiso comentar si las fuerzas de seguridad han comenzado ya a poner en marcha el nuevo plan de seguridad.
«Seguimos con varias operaciones como parte del plan para apoyar los objetivos del primer ministro para incrementar la seguridad de Bagdad», declaró el portavoz estadounidense, el teniente coronel Christopher Garver.
Garver dijo que el movimiento de tropas norteamericanas continúa según las necesidades del plan. «Estamos en proceso de redespliegue de tropas, como anunció nuestro presidente», declaró a la AFP.
En diciembre, el presidente estadounidense, George W. Bush, anunció el envío de 21 mil 500 soldados más a Irak, 17 mil 500 de los cuales deben movilizarse en Bagdad, como parte del nuevo plan de seguridad.
Este lunes, los insurgentes continuaban sus brutales ataques, que dejaron al menos 14 muertos en todo el país.
Un coche bomba mató a cinco personas e hirió a 15 en el distrito bagdadí de Nahda, según un responsable de seguridad.
En otros ataques en todo el país murieron otras nueve personas.
Los insurgentes llevaron a cabo una campaña de atentados con bombas que mató a unas 200 personas este fin de semana.
El peor ataque fue llevado a cabo el sábado por un kamikaze en un mercado lleno de gente de un barrio chiíta de Bagdad que mató a 130 personas e hirió a 305.
El domingo, 37 personas perecieron en otros atentados y tiroteos en Bagdad.
Mientras, el mando británico anunció la muerte de un soldado este lunes en la ciudad de Basora (sur).