Los precios del azúcar se han disparado, debido esencialmente a una caída prevista de la producción en India, pero la tendencia podría acelerarse si se confirman los temores que pesan sobre la cosecha de caña de Brasil, primer productor mundial.
El azúcar para entrega en octubre, que ha subido al menos un 30% en lo que va de año, se cotizaba este jueves a 492,50 libras por tonelada en Londres y 18,86 centavos de dólar por libra en Nueva York, las cifras más altas desde 2006.
«El precio del azúcar no refinado se ha disparado hasta su máximo nivel en tres años, un movimiento desencadenado por las especulaciones de que India va a seguir siendo importador neto de azúcar este año», comentó Eugen Weinberg, analista del Dresdner Kleinwort.
India padece los efectos de un monzón más leve y tardío que de costumbre, y su producción debería registrar una caída del 40% en este ejercicio.
Aunque con un volumen de entre 16 y 17 millones de toneladas continúa siendo el segundo productor mundial por detrás de Brasil, también es el mayor consumidor, con 23 ó 24 millones de toneladas anuales, lo que le obligará a comprar en el extranjero.
La correduría especializada Sucden Financial estimó en su informe trimestral, publicado esta semana, que el gigante asiático podría verse obligado a importar hasta cinco millones de toneladas de azúcar el año que viene para hacer su creciente demanda interna.
«La drástica reducción de la cosecha india en 2008/09 junto con otras en otros países del hemisferio norte han sembrado el camino para una déficit de proporciones históricas», explicó recientemente Nicholas Snowdozen, analista del Barclays Capital.
La Organización Internacional del Azúcar (ISO) calcula que el déficit en el mercado podría elevarse a 7,8 millones de toneladas en el ejercicio 2008/09, que se cierra a finales de septiembre, pero algunos analistas han estimado que podría llegar incluso a los 9 millones de toneladas.
Además de India, el mercado también está preocupado por los efectos del fenómeno climático «El Niño» en Brasil, que podría retrasar las cosechas.
El país sudamericano esperaba aumentar a 36 millones de toneladas de azúcar su producción estimada en 31,6 millones de toneladas el año pasado, principalmente gracias a la puesta en marcha de nuevos ingenios.
Pese a los buenos resultados registrados en los primeros meses del año, la Asociación de la Industria de la Caña de Azúcar (UNICA) advirtió esta semana que, debido a las abundantes lluvias de las últimas semanas en los estados productores del centro y el sur del país, probablemente no alcanzará sus previsiones de cosecha de caña de azúcar para el ejercicio 2009/10.
Y esto se reflejará en la producción de azúcar y en la de etanol.
«Las expectativas eran muy altas», relativizó sin embargo Leonardo Bichara Rochar, economista brasileño de la ISO. «Las cosas no siempre pueden ir tan bien como se prevén, pero yo no diría que hay problemas en Brasil».
Según él, Brasil es junto con, en una proporción muy inferior los estados de Africa subsahariana, el único país que contribuye al aumento de la producción.
«La producción no crece en otros países, sea porque carecen de tierras o por temas de políticas», dice citando el caso de países que tendrían potencial para producir y exportar más como México y Guatemala.
Sin embargo, Eugen Weinberg, el analista del Dresdner Kleinwort, estimó que la escalada de los precios del azúcar, al ser este producto más rentable, debería alentar la producción.
«Por consiguiente, los precios no deberían aumentar durablemente por encima de los 20 centavos de dólar (por libra en Nueva York)», agregó. Al menos que «la cosecha en Brasil también decepcione a causa de El Niño. En ese caso tendremos que esperar precios mucho más altos».