Entidades sociales y católicas se pronunciaron luego de la tormenta tropical Agatha que afectara a ciento treinta y cinco mil personas en todo el país, llamando a la solidaridad y a la recuperación.
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Con el objetivo de ayudar y recuperar todo lo perdido luego de la tormenta tropical Agatha, el Comité Nacional de Organizaciones Campesinas, CNOC, se reunió con los líderes comunitarios para dar a conocer la cantidad exacta de personas afectadas durante la tormenta y para buscar soluciones a las crisis que se avecinan por la pérdida de las cosechas y de la tierra, así como buscar soluciones paliativas.
El representante de CNOC, Carlos Morales, dijo que es pertinente la aprobación de la Ley de Reforma Agraria, debido a que esta sería como un ente paliativo a la recuperación de las poblaciones afectadas, «ya que antes de la tormenta muchas comunidades tenían problemas con la alimentación y ahora con la tormenta podría acrecentarse».
Asimismo, representantes del Consejo Ecuménico también hicieron el llamado a las personas de buen corazón para que se unan a la recolección de la ayuda necesaria para las personas que se han quedado sin nada, «es importante ayudar a todas las personas que fueron afectadas trágicamente por la tormenta», manifestó fray Armando González.
El religioso también dijo que las colaboraciones pueden dejarlas en la arquidiócesis que se encuentra en la calzada Roosevelt, allí están recolectando todos los aportes para llevarlos a los departamentos afectados.
Ambas entidades coincidieron en que la tala inmoderada de árboles a gran escala afectó más en las áreas deforestadas, ya que los árboles contribuyen a que la tierra sea más fuerte ante tanta cantidad de lluvias.
Por su parte, el pastor José Pilar ílvarez aseguró que algunas personas no toman en cuenta que las deforestaciones contribuyeron en gran medida a la cantidad de deslaves y destrucción que ocasionaran el volcán de Pacaya y la tormenta Agatha, «por estas problemáticas solicitamos la unificación y la solidaridad para recuperarnos y lograr salir adelante», añadió.
Las comunidades, aldeas y caseríos que no han sido atendidos luego de la tormenta, se encuentran en Totonicapán, Santa Rosa, Jutiapa, Chimaltenango y la costa sur, informaron representantes del Consejo Ecuménico.
Grupos interinstitucionales se han organizado para evaluaciones sobre la construcción de más albergues, esto debido a que actualmente 200 escuelas son utilizadas para dar cobijo a los afectados, sin embargo éstos no tardarán en ser desalojados pues pronto se reiniciarán las clases.