Gane o pierda el Oscar este fin semana, «Avatar» ya se hizo un hueco en la historia de Hollywood, donde este hito del 3D fue acogido como la llegada del sonido o el color al cine.
La superproducción de ciencia ficción de James Cameron ya redefinió el arte de los efectos especiales mientras caminaba hacia su récord como la película más recaudadora de ventas de entradas en todos los tiempos, reuniendo más de 2.500 millones de dólares en el mundo desde su estreno en diciembre pasado.
Cameron tuvo que esperar más de una década para desarrollar la tecnología que necesitaba para realizar todas las obsesiones de su imaginación, pero cuando lo hizo alcanzó resultados espectaculares, una obra maestra desde el punto de vista visual que obtuvo nueve nominaciones de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.
El Instituto de Cine Americano (AFI, por sus siglas inglés) alabó «Avatar» como «un esfuerzo pionero para dar rienda suelta a la imaginación humana… una película que se estableció firmemente como un hito en la manera de contar historias».
Ambientada en el año 2154, «Avatar» cuenta la historia de Jake Sully (Sam Worthington), un ex marine de la fuerza armada estadounidense parapléjico que es enviado a vivir entre los Na»Vi, una raza de seres humanoides azules que viven en el exótico planeta lunar de Pandora.
Cuando Sully se enamora de una Na»vi se rebela contra sus humanos, seres ambiciosos de poder, que con espíritu de conquistadores buscan que sea él quien les salve la vida a la especie, hundida en un planeta contaminado.
La cinta pro ambiental y antiimperialista atrajo las críticas de grupos conservadores ante los cuales Cameron mantuvo su postura.
«No es una película al estilo del tono político de Oliver Stone, pero tiene un trasfondo político», dijo Cameron, quien está nominado a mejor director 12 años después de haber ganado el premio por su otro hito cinematográfico, «Titanic».
Cameron fue capaz de llevar al mundo de Pandora y el Na»vi con la cortesía de unas cámaras especiales que el propio cineasta ayudó a inventar.
El rodaje de la cinta se realizó bajo el más estricto secreto en un galpón gigante remodelado para la ocasión en el suburbio de Los íngeles de Playa Vista, donde el elenco de «Avatar» se vistió de esos trajes azules cubiertos por pequeños sensores, que permitieron que 140 cámaras capturaran cada uno de los movimientos.
Además, se instaló una pequeña cámara fija a la cabeza de cada uno de los actores para que Cameron pudiera registrar cada movimiento de los músculos faciales o la expresión en sus rostros. Esa información fue transmitida a los animadores que ayudaron a transformar a los actores en seres Na»vi.
La reputación de detallista de Cameron esta vez fue tan lejos que en su búsqueda por recrear aquel universo de su imaginación contrató al profesor de lingí¼ística de la Universidad del Sur de California, Paul Frommer, para que inventara una lengua completamente nueva, un proceso que tomó meses solo para fijar la estructura gramatical básica de la lengua de los Na»vi.
«í‰l no solo me dijo que construyera un lenguaje, él quería discutir puntos gramaticales», contó Frommer, quien tuvo que redactar un manual de instrucciones para enseñarle a los actores, llamado «Speak Na»vi».
Así mismo recurrió a otro académico de la Universidad de California, pero especializado en botánica, para que le suministrara detalles y descripciones científicas de las plantas que se crearon para el filme.
Otros expertos contratados para armar el mundo de Pandora fueron un astrofísico, un profesor de música y un arqueólogo.
Por último, un equipo de escritores y editores ayudó a extraer toda esta información -la mayoría de las cuales nunca se mencionan en la película- en un manual de 350 páginas llamado el Pandorapedia, que explica la cultura y la ciencia del planeta.