El negociador norteamericano Christopher Hill calificó hoy de «buenas y positivas» las nuevas conversaciones sobre el programa nuclear de Corea del Norte, aunque consideró que todavía queda mucho por hacer para lograr la desnuclearización de ese país.
«No quiero entrar en detalles, pero las discusiones fueron buenas y positivas», declaró Hill a los periodistas al término de la primera rueda de negociaciones multipartitas sobre el expediente nuclear norcoreano que comenzó hoy en Pekín para fijar las próximas etapas de la desnuclearización.
Al comenzar las conversaciones, Corea del Norte anunció que estaba dispuesta a declarar y desactivar sus instalaciones nucleares antes de fin de año, según afirmó el negociador sudcoreano Chun Yung-woo.
Hill rehusó comentar esas declaraciones.
Al término de las primeras conversaciones, Chun Yung-woo había señalado que «Corea del Norte ha expresado su voluntad de declarar y desactivar sus instalaciones nucleares en el plazo más corto posible, este año, de aquí a cinco o seis meses».
La nueva sesión, que se prevé que dure hasta el jueves y que reúne a las dos Coreas, Japón, China, Rusia y Estados Unidos, comenzó después de confirmarse el cierre total de las principales instalaciones nucleares norcoreanas, situadas en Yongbyong.
Poco antes de esta nueva sesión, que llega cuatro meses después de la anterior, el director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, confirmó que Corea del Norte había cerrado la totalidad de las instalaciones de Yongbyon.
«Hemos verificado que las cinco instalaciones nucleares han sido cerradas», declaró ElBaredei de visita en Kuala Lumpur.
Hasta el momento, la AIEA sólo había confirmado el cierre del reactor de Yongbyon, pero precisó que quedaba por verificar si Pyongyang había cerrado las otras cuatro instalaciones situadas en el complejo, en particular otro reactor y un centro dedicados al tratamiento de plutonio con fines militares.
La clausura de Yongbyon marca la primera fase en la aplicación de un acuerdo firmado el 13 de febrero en Pekín, en el que Corea del Norte se comprometió a «desactivar completamente» todas sus instalaciones nucleares a cambio de ayuda energética y de garantías sobre la seguridad del régimen.
El martes por la tarde en Pekín, el negociador estadounidense Christopher Hill indicó tras un encuentro con su homólogo norcoreano Kim Kye-gwan que el objetivo de las discusiones era ahora establecer un «calendario» en vistas a la segunda fase del proceso de desnuclearización.
Dicha etapa apunta a la «desactivación completa» de todas las instalaciones nucleares, así como a la «declaración» de todos los programas atómicos.
Pyongyang sólo reconoce un programa, a base de plutonio, y desmiente que esté desarrollando otro a base de uranio, de lo que le acusa Estados Unidos.
«En mi opinión, intentaremos terminar todo esto este año», declaró Hill, precisando que una tercera fase «aún más importante» consistiría en el «abandono de materiales fisibles y de armas o artefactos explosivos».
«La tarea de los jefes de cada delegación será levantar los posibles obstáculos que haya en el camino y establecer una hoja de ruta», indicó por su parte el miércoles el negociador surcoreano, Chun Yung-woo, antes de que se reanudaran las negociaciones a seis.
Según los expertos, Corea del Norte posee suficiente plutonio para fabricar entre cinco y doce bombas atómicas. El régimen comunista ya hizo explotar el pasado 9 de octubre su primera bomba nuclear.
«Nos queda un largo camino por recorrer (…) Lo que hemos hecho cerrando las cinco instalaciones (de Yongbyong) es una etapa muy positiva, pero sólo es la primera etapa de un largo viaje», comentó este miércoles Mohamed ElBaradei.
El director de la AIEA pidió «transparencia total» al régimen de Pyongyang durante el proceso de desnuclearización. «Cuanta más transparencia, más rápido seremos capaces de verificar que todo ha sido declarado» por parte de Corea del Norte, declaró ElBaradei.
Christopher Hill, negociador de EE.UU.