Avance en tema de drogas obliga a atender problemas paralelos


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Hace un año en Antigua Guatemala se dio el primer paso a nivel regional para buscar una nueva respuesta al problema de las drogas y desde entonces Guatemala insiste en foros internacionales que las cosas no pueden seguir como hasta ahora.

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POR EDER JUÁREZ
ejuarez@lahora.com.gt

Expertos consideran que además se debe profundizar en los problemas que genera el narcotráfico, pero también en torno a los conflictos periféricos que surgen por este fenómeno.

En el marco del periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Raúl Morales, dijo recientemente que Guatemala “no está en posición de seguir pagando los altos costos de una fallida guerra contra las drogas” y “es tiempo para una nueva política que pueda proveernos mejores resultados”.

Morales no sorprendió a sus interlocutores, quienes conocen muy bien la postura del Gobierno en el tema de las drogas desde que el presidente Otto Pérez Molina habló de la despenalización de la marihuana e impulsó una campaña internacional en busca de nuevas rutas para enfrentar el narcotráfico.

“Queremos invertir nuestro presupuesto en programas sociales, de salud, educación y desarrollo rural, pero no tenemos opción sino continuar dedicando grandes cantidades de recursos a las políticas de seguridad y en políticas para reducir la distribución y control de las drogas”, dijo el funcionario en un evento celebrado en la sede de Naciones Unidas y coauspiciado por Guatemala, México, Colombia y Suiza.

Recordó que el tráfico ilícito de drogas y la criminalidad organizada relacionada a este fenómeno ha impactado el país desde 1996 y aunque el número de homicidios se redujo en los últimos años, “la pérdida de vidas asociada con el tráfico de drogas continúa teniendo un peso significativo en las muertes violentas”.

El Viceministro señaló que “es tiempo para una nueva política contra las drogas que pueda proveernos mejores resultados, la cual debe surgir de una discusión abierta y transparente basada en evidencias científicas, y que tome en consideración las diferentes asimetrías de todos los países involucrados”.  Esta nueva política “no significa dejar de lado la cooperación entre Estados en la lucha contra la criminalidad organizada transnacional… al contrario, ésta debe mejorarse y fortalecerse”, puntualizó.

Por último afirmó que “Guatemala propone una transformación de una política tradicional prohibicionista que no logrará la meta irreal de un mundo libre de drogas. Dado que el problema de las drogas es global, las soluciones deben encontrarse entre todos los países involucrados y por lo tanto necesitamos un debate abierto, transparente e informado”.

CONSUMO Y TRÁFICO
La postura de las autoridades queda clara, pero analistas consideran que se debe llevar el debate a un nivel más profundo para entender cómo afecta el narcotráfico a los guatemaltecos, y cómo es importante entender que también hay otros problemas de inseguridad que no se deben relegar a un segundo plano.

Sandino Asturias, del Centro de Estudios de Guatemala, indica que el país principalmente es una zona de tránsito de las drogas que tienen como destino México y Estados Unidos, pero no se puede dejar de lado que en menor medida funciona como una especie de bodega para los cargamentos que no pueden movilizarse con facilidad y eso a la vez genera que cada vez haya más consumo.

“Lamentablemente estamos en los tres escenarios del tema de las drogas”, indica.

El tránsito de drogas genera problemas vinculados al control de rutas y territorios, que tiene una característica especial y manifiesta en la violencia, y eso es lo que se busca evitar con la despenalización de los estupefacientes.

Por otro lado, el consumo de drogas, a criterio de Asturias, tiene un impacto social directo que se convierte en un problema de salud pública y también debería ser considerado en el debate que promueven las autoridades. “El tráfico y el consumo de drogas son fenómenos que se encuentran relacionados. Muchas veces los mismos componentes se combinan. Es decir muchas veces durante el trafico también hay consumo y generalmente tiene componentes de violencia”, dice el director del Centro de Estudios de Guatemala.

Sin embargo, considera que en Guatemala hay otros componentes que generan mucho más violencia que las drogas, y por eso insiste en que no se debe desviar toda la atención de la seguridad a combatir al narcotráfico.

Las drogas se encuentran en una agenda “mediática y politiquera”,  se les ha considerado como el generador mayor de la violencia, pero eso no es cierto, asegura el experto. “El fracaso de la política social, el fracaso de las políticas de seguridad, la permisibilidad, la usencia de prevención, el que todo el mundo esté armado eso son los verdaderos generadores de violencia”, manifiesta.

La violencia generada por el narcotráfico es mucho menor que la realidad de violencia que vive el país con una sociedad armada y violenta y con un Estado que responde históricamente de forma violenta y “eso ha generado un comportamiento social violento, pero no necesariamente está vinculada con las drogas”, subraya.

UTILIZADO COMO CANAL
Entre tanto, Diego Montenegro, del Instituto de Problemas Nacionales de la Usac, indica que Guatemala es utilizado como un canal que se dedica al tráfico de las drogas especialmente, porque geográficamente se encuentra entre Estados Unidos, que resulta el consumidor más grande del mundo y Colombia, que es el productor más grande de estupefacientes.

Montenegro considera que los niveles de delincuencia y violencia que tiene el país se dan más por el tráfico de las drogas que por el consumo. “Sí hay muertes por consumo porque lógicamente al tener una oferta más accesible las personas consumen las drogas, pero las muertes por consumo no son tan significativas en proporción a las muertes que existe por la delincuencia relacionada con el tráfico de estupefacientes”.

Según el entrevistado, en Guatemala ocurren entre 10 y 12 muertes violentas diariamente que en su mayoría se encuentran ligadas al narcotráfico, sin embargo no se cuentan con estadísticas sobre las muertes generadas por el consumo o sobredosis de drogas.

“Cuando hay enfrentamientos de los grupos de narcotraficantes en el interior se registra la muerte de hasta 25 personas pero se sabe que es por el mismo choque entre delincuentes, sin embargo todas las muertes reportadas diariamente tal vez no están ligadas específicamente al narcotráfico pero sí a la delincuencia común generada por todas las causas derivadas del tráfico de drogas” dice Montenegro.

David Martínez-Amador, investigador social miembro de la red CRIMINOVA-CRIMIMEX (México), dice que el consumo de las drogas no se puede abordar de forma integral porque no hay cifras que expongan un panorama general del consumo.

A diferencia de lo que pasa en México, que se puede segmentar en edades, género y posición social el consumo y el tipo de droga,  “en Guatemala,  resulta que debe usarse el sentido común para más o menos describir esa realidad”.

Sin embargo, según Martínez-Amador, tanto el consumo como el tráfico de drogas afectan al país. “Su carácter de país de paso y país bodega obliga a transformar en rentable alguna de esa mercancía lanzándola al mercado local, se le paga en droga al movedor y al narcomenudista”, apunta.

POLÍTICAS PÚBLICAS
Según los analistas se deben crear políticas públicas en educación, en protección del territorio nacional y sobre todo políticas orientadas a la prevención del consumo de las drogas.

Un mecanismo de prevención es el más adecuado para evitar que las drogas caigan en manos de jóvenes; políticas de educación y oportunidades para la población joven en empleo y educación son determinantes en la lucha contra el narcotráfico, dice Asturias.

INCAUTACIÓN

De acuerdo con estadísticas de la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica, de la Policía Nacional Civil, en lo que va del 2014 se han incautado alrededor de 1,391.2 kilogramos de cocaína valorados en Q139 millones 120 mil.

Sin embargo la cocaína no es la droga decomisada con mayor valor, ya que las plantaciones como la amapola y la marihuana superan en valor a todas la demás drogas. Según la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica de la PNC, durante el año se han destruido 86,414,810 plantas de amapola  valoradas en Q2 millardos,160 millones, 370 mil 250.

Mientras que las matas de destruidas de marihuana ascienden a 386 mil 877, con un valor de Q145 millones, 078 mil, 875

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navy Pillay, señaló que “la perspectiva de derechos humanos tiene que ser integrada en las políticas de control de drogas. Las violaciones a los derechos continúan en el contexto de implementación de estas políticas, que se concentran en la represión y contribuyen en algunos países a mantener altos niveles de violencia”.

Ruth Dreiffuss, expresidenta de Suiza y actual representante de la Comisión Mundial sobre Políticas de Drogas, indicó que “todas las agencias de la ONU deben aportar en la discusión y formulación de nuevas políticas sobre el fenómeno de las drogas a nivel mundial”.

El viceministro Morales anunció que en septiembre próximo Guatemala será el anfitrión de la 46 sesión especial de la Asamblea General de la OEA, como mecanismo de seguimiento de la Declaración de Antigua, aprobada por el organismo regional en junio de 2013 como marco para definir nuevas políticas frente al problema mundial de las drogas en las Américas.

“Uno de los objetivos (de esta sesión especial) será enriquecer los pilares de la estrategia hemisférica sobre drogas con una nueva visión respetuosa del Estado de Derecho, la integridad de las instituciones democráticas y la promoción y protección de los derechos humanos.” culminó Morales.

“Lamentablemente estamos en los tres escenarios del tema de las drogas”, Sandino Asturias, director del CEG