La prensa italiana publicaba hoy una avalancha de elogios al Inter de Milán y a su técnico, el portugués Jose Mourinho, tras su clasificación para la final de la Liga de Campeones a pesar de una derrota (1-0) en la vuelta de semifinales contra el Barcelona.
«Inter, muro de gloria», titulaba La Gazzetta dello Sport, subrayando la actuación de un equipo que, a pesar de quedarse con diez jugadores (tras la exclusión de Thiago Motta en el minuto 28) resistió los ataques del Barcelona hasta al final.
A pesar de su derrota contra los catalanes, el Inter pasó a la final gracias a su victoria en la ida (3-1) en Milán.
Para el periódico deportivo, que habla de un «Inter épico», el pase la final es una recompensa merecida para los «leones heroicos de Mourinho».
«El equipo se clasificó gracias a la fuerza de una extraordinaria defensa guiada por Samuel, pero el mérito es de todo el equipo, que demostró hasta qué punto era importante el sacrificio de cada uno, empezando por el de los atacantes», explicaba la Gazzetta.
En el Corriere della Sera, el editorialista Mario Sconcerti aseguraba que esta clasificación es «ante todo el mérito de Mourinho».
«El Barcelona es previsible como todos los genios, Miguel íngel pinta como Miguel íngel, Picasso como Picasso», asegura el periódico, que afirma que Mourinho «respetó el fútbol».
En el mismo periódico, uno de los enviados especiales al Camp Nou comparaba al técnico portugués con el coronel Kilgore, el personaje de la película sobre la guerra de Vietnam «Apocalypse Now» a quién le encantaba «oler el napalm por la mañana».
La Repubblica hablaba de «dulce derrota» del club de Milán, que no llegaba la final de la Champions desde 1972.
«Un triunfo más que merecido. Más que la victoria del viejo fútbol al estilo italiano se trata de la dura derrota del fútbol del Barcelona», escribe el editorialista Gianni Mura.
«A Ibrahimovic no le vimos, a Messi casi tampoco», explica por su parte La Stampa, que considera el triunfo como «una victoria de madurez» contra los campeones de Europa.
«Por una vez, la «Pulga» (el apodo de Messi), la más grande del mundo, se convirtió en la más pequeña», ironiza el periódico de Turín, y subraya el juego de los defensas centrales del Inter Lúcio y Samuel, «los gemelos gigantes».