Arturo González, auxiliar departamental de la Procuraduría de Derechos Humanos de San Marcos, señaló que durante su retención los líderes se comunicaron con el Gobernador departamental Luis Rivera para realizar una negociación y liberarlo a cambio de establecer una mesa de diálogo; la respuesta del Gobernador fue: “mejor liberen a los cinco policías, liberen a los dos trabajadores de Energuate y dejen retenido al auxiliar de los derechos humanos”, por lo que temió por su vida tras las declaraciones del funcionario.
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Indicó que esta acción se había consultado con el ministro de Gobernación Mauricio López Bonilla, según la conversación que el auxiliar escuchó.
El auxiliar de la PDH dio a conocer pormenores de su retención por pobladores de San Juan La Paz, Tajumulco, San Marcos, cuando intentó mediar para la liberación de dos trabajadores de una empresa subcontratada por Energuate.
González fue detenido la tarde del domingo, mientras mediaba por la liberación de los trabajadores de Energuate, Luis Eduardo Fuentes y José Chivivix; esa misma noche los pobladores retuvieron a cinco agentes policiales.
Los trabajadores permanecieron como rehenes desde el 25 de octubre, ya que la población pretendía canjearlos a cambio de la liberación del líder Froilán Juárez, sindicado de hacer conexiones y cobros ilegales de energía eléctrica.
El auxiliar escapó con ayuda de algunos líderes comunitarios el martes por la madrugada, el resto fue liberado de manera pacífica el mismo martes en la noche, con apoyo de un contingente de 600 agentes policiales.
Explicó que los momentos vividos “fueron momentos muy tensos y de aflicción”. Expresó que el intercambio que piden las comunidades al mantener retenidas a las personas ha sido una constante de Tajumulco e Ixiguán.
Además dijo que logró escapar cuando los pobladores golpeaban a los policías. Aunque él nunca vio a los policías, sí escuchaba los gritos y el dolor de quienes eran golpeados.
González indicó que pudo escapar con la ayuda del líder José Mauricio López, quien logró llegar después de 10 horas a una comunidad, reconociendo que sin el apoyo de este líder no hubiera podido salir bien de ese lugar.
Además dijo que una de las situaciones más difíciles fue el hecho de recibir información permanentemente de que no ingresarían las fuerzas de seguridad, para garantizar y resguardar la integridad de todos los retenidos; sin embargo no era así, pues existían 68 patrullas ya listas para ingresar al lugar entre Orizábal y Malacatán, así como un contingente del Ejército que llegó al destacamento La Montañita, listos para que la intervención se diera.
El procurador de Derechos Humanos Jorge de León Duque no quiso hacer ningún pronunciamiento por el momento; manifestó que esperaría a ver qué es lo que se realizará, además indicó que la labor de quienes se dedican al respeto de los Derechos Humanos siempre está bajo amenaza, y en este caso hay un riesgo más alto.
Por su parte, el Gobernador departamental, Luis Rivera, admitió haber dicho que dejaran retenido al auxiliar de la PDH, pero que esta acción se debía a que se realizó una contrapropuesta para liberar a los demás y no a González, puesto que a él lo conocían las comunidades y le respetarían más que a las otras personas que se tenían retenidas.