Según el director ejecutivo de la Autoridad para el Manejo Sostenible de la Cuenca del lago de Atitlán y su Entorno (AMSCLAE), Iván Azurdia, el lago presenta serias amenazas de contaminación, pero aún es rescatable.
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Azurdia indica que las principales amenazas para el lago de Atitlán, localizado en el departamento de Sololá, son las aguas residuales que tienen que ver con los residuos humanos, los desechos sólidos y la erosión del suelo por el uso desmedido de productos químicos.
El experto manifiesta que se trata de un ecosistema muy frágil y aunque la contaminación ya ha causado un serio impacto, aún se encuentra en condición de ser rescatable.
Misiones científicas europeas y norteamericanas han generado información sobre la salud del lago, e indican que se encuentra en un proceso de deterioro acelerado pero puede ser salvado.
Al respecto, Azurdia refiere que para ser salvado se debe hacer un tratamiento de las aguas residuales inmediatamente, un tratamiento de los desechos sólidos y una recuperación de sus suelos con el uso de abonos orgánicos, así como la sustitución paulatina de los productos químicos por otros que sean más benignos con el medio ambiente.
ACCIONES HUMANAS
La ministra de Ambiente y Recursos Naturales, Michelle Martínez, expresa que todos los lagos del país se encuentran expuestos a las acciones humanas, pero no se cuenta con estadísticas específicas del nivel de contaminación que presenta cada caso.
Martínez dice que el lago de Amatitlán es el que ha recibido la mayor acción antropogénica que se tiene, y en el lago de Atitlán se realizan trabajos para prevenir que llegue a un nivel de contaminación como se encuentran otros.
Según la funcionaria, las principales causas de contaminación de los lagos del país son las acciones humanas, desde el ámbito social comunitario, industrial y artesanal, “todos tenemos incidencia en lo que le llega al lago hoy por hoy, desde los residuos sólidos hasta las aguas residuales que se generan”.
Además refiere que las principales fuentes de agua son los lagos de Amatitlán, Atitlán, Izabal y Peten Itzá, y de los cuatro el que se encuentra en una condición no óptima es el de Amatitlán, pero los otros cuentan con una dinámica en la que pueden salir avante.
Martínez indica que los tres últimos lagos de Guatemala se encuentran aptos para ser rescatados de la contaminación que hoy les acecha.
“YO SOY ATITLÁN”
Para salvar al lago de Atitlán AMSCLAE presenta la campaña “Yo soy Atitlán”, un intercambio entre Guatemala e Italia que pretende contribuir a sensibilizar y recordar a la ciudadanía en general la urgencia de intervenir, de forma incisiva y determinante, a favor de la protección y valorización ambiental del lago.