Autoindemnización fallida


En un acto que muchos analistas y opinión pública calificaron de descarado, los diputados al Congreso de la República aprobaron, de urgencia nacional, una indemnización para 90 parlamentarios no reelectos, equivalentes a 9 mil 500 quetzales por cada año trabajado, sin exceder los diez años. Es decir que en el caso de legisladores como Ví­ctor Ramí­rez de la Gana, con 12 años en el Congreso, habrí­an recibido 95 mil quetzales en prestaciones.


Las reformas a la Ley de Servicio Civil del Legislativo fueron impulsadas por Jorge Luis Ortega Torres, único miembro de la bancada DIA, quien se convirtió en el centro de la atención al declarar: ?Todas las empresas les dan indemnización a sus empleados cuando éstos se retiran. No entendemos por qué los diputados no podemos recibir un reconocimiento por el servicio que hemos prestado al paí­s. Lo tenemos bien merecido?.

Diez dí­as después, la Corte de Constitucionalidad detiene la indemnización que estaba acompañada de un aumento salarial, al declarar con lugar un amparo presentado por la junta directiva del Congreso.