El primer autobús brasileño a hidrógeno, que según sus impulsores será el vehículo más silencioso y menos contaminante, circulará en la región metropolitana de Sao Paulo entre fines de 2007 e inicios de 2008, informó ayer el diario económico Valor.
Los detalles del vehículo y su puesta en marcha serán dados a conocer el próximo martes por la Empresa Metropolitana de Transportes Urbanos (EMTU) en Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de la capital paulista.
El autobús tendrá 12 metros de largo, tres puertas, aire acondicionado y transitará por un corredor urbano de 33 km en la zona meropolitana.
Después de experimentar el funcionamiento del prototipo, seguramente serán producidos entre tres y cuatro autobuses más, reveló a Valor el gerente de desarrollo de EMTU, Marcio Rodrigues Schettino.
El proyecto, financiado con USD 12 millones del fondo ambiental GEF (Global Environment Facility) y una contrapartida brasileña de 3,8 millones, cuenta con la participación del ministerio federal de Minas y Energía y con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
«La idea es reducir las emisiones de gas responsables por el efecto invernadero en el transporte público», dijo la oficial del PNUD, Rosa Diegues.
Entre otras empresas comprometidas en el proyecto figuran la eléctrica AES Eletropaulo, las canadienses Ballard Power Systems y Hydrogenics (suministro de hidrógeno), las brasileñas Marcopolo (carrocerías), Tutotransporti (chásis), la estatal petrolera Petrobras (estación de abastecimiento), y Nucellsys (emprendimiento entre las automotrices Daimler Chrysler y Ford, soporte técnico).
Iniciativas similares se han desarrollado en California, y el PNUD apoyó proyectos en México, Egipto, Inida y China.
«Pero esos son diferentes, en el caso de Brasil hay un avance tecnológico. El nuestro es una nueva generación de autobuses», aseguró Diegues.