Ausencia de Estado


WikiLeaks hasta ahora no ha generado ninguna sorpresa en Guatemala porque las comunicaciones que a cuentagotas han salido únicamente ratifican lo que ya conocemos, es decir, que el narcotráfico florece en el paí­s por la ausencia del Estado que no puede ejercer control en enormes extensiones del territorio nacional y que abandona su frontera con México. El abandono fronterizo es secular y ha alentado, fundamentalmente, el contrabando en perjuicio de nuestro paí­s, pero resulta que lo que funcionó como un negocio para permitir el trasiego de mercaderí­a sin pagar impuestos de importación, se convirtió al final en el mejor aliado del crecimiento de la presencia de los narcotraficantes aquí­.


Los funcionarios norteamericanos están preocupados por la debilidad del control fronterizo que tanto autoridades mexicanas como guatemaltecas mantienen sobre la lí­nea divisoria entre ambos paí­ses. Y es que los puntos fronterizos controlados son tan escasos y tan bien identificados, que dejan operativos más de cien puntos ciegos en los que nadie ve ni oye nada, por donde pasa desde dentí­frico hasta sofisticadas armas que usan los carteles de la droga y los autos blindados que tienen a su disposición.

La función esencial del Ejército de Guatemala tiene que ser la protección de nuestras fronteras como elemento indispensable para garantizar la integridad del territorio, pero lamentablemente nuestras fuerzas armadas no se ocupan de esas «menudencias» porque están más ocupadas en labores por las que le cobran al mismo Estado, como puede ser la entrega de bolsas solidarias o el patrullaje conjunto de las llamadas fuerzas combinadas.

Las fuerzas de Tierra, Mar y Aire tendrí­an que estar de manera permanente ejerciendo control para impedir que por esas ví­as nuestro paí­s sea literalmente perforado desde el extranjero con fines totalmente perjudiciales para Guatemala. Pero resulta que nuestra institucionalidad democrática va de retroceso y cada dí­a es menor la presencia del Estado en todo el territorio nacional, lo que opera a favor de las fuerzas tenebrosas que se benefician por esa pérdida de ejercicio de la soberaní­a nacional.

El problema de la falta de control derivada de la ausencia misma de Estado en varios sentidos y en demasiados lugares, es algo que se ha venido señalando desde hace tiempo y que, en el campo de la seguridad y justicia, se traduce en impunidad. Talvez ahora que se conocen las filtraciones de los documentos del Departamento de Estado les da un poco de vergí¼enza a nuestras autoridades y se preocupan por corregir una situación tan grave que, repetimos, es el principal aliento para que los vací­os que va dejando la institucionalidad en el paí­s, sean llenados de manera automática por el poder y la inversión del narcotráfico.