El próximo miércoles la Comisión Nacional del Salario (CNS) deberá emitir el dictamen final sobre el aumento al salario mí­nimo, sin embargo en los últimos dos años ha sido el Presidente de la República quien ha tomado esta decisión, pues las partes patronal y trabajadora representadas en la CNS no han logrado consensos.

Al respecto, el ministro de Trabajo, Rodolfo Colmenares, comentó que la posición gubernamental es a favor de un aumento salarial, aunque no precisamente por decreto. Agregó que considera prudente un acuerdo entre las partes involucradas «para que el próximo miércoles se logre una posición beneficiosa para ambos (patronos y trabajadores)» resaltó.

Sin embargo, Leonel Pérez Lara, de la Unión Sindical de Trabajadores, Unsitragua, permanece escéptico al respecto, pues según él, este año el presidente í“scar Berger volverá a tener en sus manos la decisión de aumentar el salario mí­nimo. Pérez Lara subrayó que la propuesta de la parte trabajadora fue de un incremento del 116 por ciento sobre el salario actual, es decir, tres mil 100 quetzales para el área urbana y dos mil 800 para el área rural.

«El Gobierno debe tomar en cuenta que en los últimos años se ha incrementado el salario en el mismo porcentaje en que ha subido el costo de la canasta básica, sin contar con el aumento en la canasta básica vital, que incluye estudio, calzado, vestuario y vivienda» declaró Leonel Pérez Lara.

Los integrantes de la Comisión Nacional del Salario dan cuenta que la posición de la parte patronal gira en torno a un aumento al salario por productividad, es decir, que a diferencia del sector trabajador, no han puesto sobre la mesa cifras, sino ponderaciones sobre horarios, producción y esfuerzo.

Actualmente el salario mí­nimo se ubica en Q44.58 para labores agrí­colas, y Q45.82 para el resto de actividades.

AUMENTARí ECONOMíA INFORMAL

El analista Hugo Maúl aseguró que de otorgarse un incremento al salario mí­nimo se generará mayor economí­a informal, debido a que la mayorí­a de los trabajadores y empresarios del paí­s pertenecen a este sector y no tienen representación en la Comisión Nacional del Salario.

Según Maúl, los ejercicios realizados en la CNS, donde se pretende buscar consenso entre patronos y trabajadores, no logran acuerdos porque las posiciones son extremas. » Es una discusión donde no se incluyen a los empresarios y trabadores porque la mayorí­a de ellos son informales y a este sector ni les va ni les viene (un aumento al salario mí­nimo), al contrario, son dañados porque muchos empleos se pierden» declaró. Finalmente Baúl resaltó que menos del 20 por ciento de los trabajadores están protegidos por una legislación que obedezca al incremento del salario mí­nimo.